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Directora General: CARMEN LIRA SAADE Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER Domingo 9 de noviembre de 2008 Num: 714 |
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Bazar de asombros Los mermas La noche es blanca Línea 1 Margo Glantz ensayista Otoño Líquido Karajan tras la partitura del gesto Juan de la Cabada: imagen y palabra De la Cabada guionista Contra la voluntad de originalidad Columnas: |
Con las ganas (I de II)No es improbable que se haya debido a la impericia de la que que este juntapalabras adolece en materia cibernética/internética, pero el pasado miércoles 5 de noviembre, hacia las cuatro de la tarde, le resultó imposible encontrar información virtual relativa al Ciclo Perspectivas del Cine Mexicano 2008, que por esos días se anunciaba con vistosos desplegados en los diarios, incluido éste que tiene usted en sus manos. La inserción en este diario –es de suponer que idéntica a la aparecida en otros–, sólo dice lo siguiente, a la letra: “Déjate seducir por el cine mexicano del 4 al 16 de noviembre.” A continuación puede verse el logotipo del ciclo, que por supuesto incluye el nombre del mismo, y por último aparecen los nombres de las salas cinematográficas en donde se desarrolla: las universitarias José Revueltas, Fósforo y del Chopo. Gracias a dicha lista y a la casi microscópica inclusión de los logotipos de la UNAM, la Filmoteca y la Coordinación de Difusión Cultural de la propia universidad, es posible deducir que el susodicho ciclo, organizado al alimón por el IMCINE y por la propia UNAM, se limita físicamente a las tres salas mencionadas. Optimista que quiere ser Uno, ve el anuncio y lo primero que piensa es algo por el estilo de “vaya, qué bueno que se haga un ciclo así”, mientras le andan por la cabeza lo sabido y lo reciente: sabido, que el cine mexicano suele vérselas negras para llegar a cartelera y negrísimas para permanecer en ella cuando tiene la peregrina suerte de llegar; reciente, que de un tiempo a esta parte, alguna cadena exhibidora ha querido levantarse un cuello supuestamente nacionalista programando –y vendiendo baratas las entradas– sólo cine mexicano durante el fabuloso lapso de un solo día. Comparado con esto, los trece días de duración del Ciclo Perspectivas del Cine Mexicano 2008 suenan a tiempo de brahmán, de modo que Uno vuelve a decirse: “qué bueno que...” y, digamos que contento porque le interesa saber cuáles son, precisamente, las perspectivas del cine mexicano en este 2008, siente el obvio y natural deseo de enterarse del contenido. Uno sabe, desde luego, que las inserciones publicitarias no necesariamente incluyen tanta información y, además, al calce aparecen tres sitios de internet tres, en los cuales, dicta la lógica, Uno habrá de enterarse con toda precisión –ya que, si nos ponemos puntillosos, el anuncio no da luces acerca de si se trata de exhibición de películas, conferencias, mesas redondas, o una combinación de todo esto y algo más–, de lo que ofrece el ciclo, para entonces sí elegir fecha, horario y demás cuestiones.
Llegado este punto, podría ejecutarse la maniobra --no por plausible menos enojosa y chapucera– de remitir al lector al principio de estas líneas, pues aunque la impericia del juntapalabras en el desempeño cibernético/internético es mucha, resultó que ni con la asistencia de alguien más avezado fue posible hallar ya no se diga el contenido, sino al menos el logotipo del multicitado ciclo, en ninguna de las tres páginas web referidas: la del gobierno federal –que remitía a las otras–, la del IMCINE y la del Conaculta. Por difícil que resulte creerlo, tampoco se halló nada en el portal de la UNAM. Dirá Contreras: “basta con que busques en la cartelera”, a lo que puede contestársele: “Ajá”, y a renglón seguido informarle que para un diario como Milenio, por citar el caso más extremo, las salas de la UNAM son tan poca cosa que ni siquiera las incluye en su cartelera, y que en otro periódico consultado –El Universal– sólo aparece un recuadro titulado “cine arte”, en el que efectivamente aparece una cinta mexicana contemporánea –Más que a nada en el mundo, de 2006, dirigida por Andrés León Becker–, de la que Uno sospecha efectivamente puede que forme parte del remencionado ciclo, cosa que se comprueba, dicho sea sin localismos, al revisar la cartelera cinematográfica de La Jornada, que con todo y su reciente, más bien artera y drástica reducción a lo mínimo, no deja de incluir con toda claridad una sección encabezada “Cine UNAM” y, para más certidumbre, puede leerse el nombre del recontramencionado ciclo, donde es posible verificar que sí, que Más que a nada... forma parte de aquél, lo mismo que el cortometraje Para vestir santos (Armando Casas, 2004) en el Cinematógrafo del Chopo, así como Malos hábitos (Simón Bross, 2007) en la Sala Julio Bracho. Para entonces, como puede colegirse, el periplo para tomar una decisión al respecto de elegir algo ha sido tan engorroso y tan poco fructífero, que posiblemente ya se pasó la hora, o ya se quitaron las ganas... (Continuará) |
