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Recordando a la Unidad del Bosque
En junio de 1998 empezaron a surgir rumores sobre la existencia de un proyecto de demolición de la Unidad Artística y Cultural del Bosque (UACB), lo cual significaba la desaparición de un espacio de formación y creación insustituible para la danza, por lo cual se convocó a una reunión informativa que tuvo lugar frente a la Escuela Nacional de Danza Folclórica. Los bailarines, coreógrafos y creativos que asistieron empezaron a organizarse para la defensa de la uacb con el nombre de Comunidad Dancística Mexicana; ellos fueron los primeros en manifestarse públicamente en contra de este proyecto enviando un documento a la prensa, dirigido a la comunidad dancística nacional, a la comunidad artística y a la sociedad civil, en el cual se establecía: “Con la desaparición de la uacb continúa el evidente desmantelamiento del inba , única instancia legal responsable de la educación, producción y difusión de las artes en el país.” Asimismo, se hacía un llamado a defender el derecho a producir y disfrutar de la cultura y el arte, a defender la uacb y los artículos 3 y 123 constitucionales. El proyecto –que cada una de las autoridades involucradas describía a su manera, si no es que negaba que hubiera tal– consistía en la reconstrucción con capital privado de los teatros a los que se sumaría un conjunto de cines, un pequeño centro comercial y, por supuesto, un enorme estacionamiento para el Auditorio Nacional (incluso se llegó a hablar de un paso subterráneo que conectaría la zona hotelera de Polanco con el nuevo complejo). Las comunidades de danza y teatro logran, entre repetidos avisos de fechas de desalojo de la uacb y ante la indiferencia de legisladores federales y locales, que los directivos de Conaculta y el inba acepten la existencia del proyecto y se informe sobre sus avances. En 1999 se anuncia el proyecto de reconstrucción de la uacb , que contemplaba un teatro más para danza, pero éste no se concreta y los teatros, exceptuando el de la Danza , son remodelados. En 2001, la uacb cambia de nombre por el de Centro Cultural del Bosque (CCB).
Teatro de la Danza |
Una de las grandes preocupaciones que generó el proyecto de la uacb , aparte de su discrecionalidad, era que se sujetaba a los plazos de la política sexenal, al pretender terminarlo antes del 1 de diciembre de 2000, teniendo ya como antecedente el desastroso caso del Centro Nacional de las Artes (circunstancia repetida otra vez, y de consecuencias aún mayores, con la Biblioteca Vasconcelos ), que en una carta dirigida a Rafael Tovar y de Teresa, entonces presidente de Conaculta, es descrito como “una mole cuya funcionalidad espacial es altamente ineficiente, lo que vuelve innecesaria cualquier polémica sobre su presunta belleza”.
A diez años de distancia del movimiento de resistencia que logró salvar a la uacb , sin embargo, las cosas no han cambiado sustancialmente. A la ausencia de una política cultural clara, propositiva y eficaz, se sigue añadiendo el abandono en que están sumidas las instalaciones del CCB y ahora también del cna . Sólo hace falta darse una vuelta por cualquiera de los dos centros para observar la evidente falta de mantenimiento de los edificios, el notorio desgaste de las instalaciones y la pobre renovación de los equipos escenotécnicos –no por nada la privilegiada Compañía Nacional de Teatro ahora tendrá una nueva sede en lo que fue la Academia de Balé de Coyoacán, que dirigió Ana del Castillo (este era un espacio que por derecho le correspondía a la danza y fue un error gravísimo de parte de la Coordinación Nacional de Danza no haber hecho las gestiones necesarias para recuperarlo y mantenerlo dentro de esta vocación). El Foro de las Artes, el Teatro Raúl Flores Canelo y el Foro Experimental Black Box, por ejemplo, no cuentan con planta de luz o luz de emergencia, por lo que si hay un apagón, la función se interrumpe indefinidamente, y si la energía no regresa, los espectadores tienen que salir a tientas alumbrándose con la luz de sus celulares, como sucedió recientemente en el estreno de Contradanza. La falta de lámparas al interior y en los alrededores del cna se ha hecho patente en asaltos a estudiantes y robos dentro de las instalaciones de la Escuela Nacional de Teatro. Lo anterior entre muchas otras cosas.
El enfrentamiento que se suscitó por la uacb puso al descubierto el sectarismo y la falta de políticas integrales en la administración de las artes a nivel federal. A una década de distancia, este es un caso que sigue aún sin resolverse.
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