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Manuel Stephens
IV Festival Danzaextrema
El IV Festival Danzaextrema se desarrolló del 15 al 30 de julio en Xalapa. El año pasado el Danzaextrema destacó por contar con un intenso programa que abarcaba cursos, conferencias y presentaciones de libros, y funciones compartidas y de compañías, que tuvieron lugar en diversos espacios poblando de danza la capital veracruzana; los resultados del festival fueron en verdad loables si tomamos en cuenta que el festival nace de la iniciativa personal de Alonso Alarcón, quien lo dirigió con la colaboración de un equipo totalmente independiente de institución alguna, cuya eficiencia se hizo patente en una organización puntual, en una curaduría que logró una muy digna combinación de obras de coreógrafos de prestigio y de jóvenes que inician sus carreras y el compromiso con el ámbito académico.
Esta edición, que creció con cinco días más de actividades, contó con una amplia participación de compañías universitarias y coreógrafos que dan sus primeros pasos en la composición, por lo que se diluyó la personalidad que distinguía al Danzaextrema. Sin embargo, el Festival incluyó la presentación de obras memorables. Delete, compuesta por el bailarín Daniel Delgadillo, uno de los mejores en la actualidad, en colaboración con Nadia Lartigue y Eleno Guzmán, presenta a un personaje glacial inmerso en la cultura de la imagen en quien aflora la lucha interna entre lo instintivo y las imposiciones de una sociedad en la que todo es apariencia. El personaje vive en un aislamiento egocéntrico que los coreógrafos manejan brillantemente mediante la construcción de un espacio aséptico con elementos escenográficos y de utilería blancos, que el bailarín mueve para transformar el escenario y su campo de acción; el espacio es la habitación donde se vive protegido del exterior o la jaula del encierro. La obra presenta una fuerte carga de crítica social y está estupendamente estructurada: una fábula de desamparo en la belleza y la opulencia.
Pájaro de nube |
Luz de niebla, de Beatriz Cruz, con la compañía Pájaro de Nube, que codirige con Marcos García, es una obra de largo aliento interpretada por Cruz y Paola Vidal, con música original en vivo de García e iluminación de Leonardo Gil. En ella, Cruz continúa su exploración de regiones del inconsciente bajo los derroteros de la danza butoh, a los que incorpora también el teatro de sombras y el uso de títeres. El espectador presencia un viaje onírico; Luz de niebla es un misterioso espectáculo que no admite traducción a esquemas racionales, en el cual se alcanza una comunión entre obra y espectador, si se está dispuesto a sumergirse en las profundidades de la psique.
Daniel Delgadillo |
José Rivera presentó Las simples cosas, una reflexión sobre la vida al interior de La Cebra anterior a la fractura que se da cuando el coreógrafo acepta la dirección del Ballet Independiente, un ajuste de cuentas con el pasado. Musicalizada con canciones de Chavela Vargas y dividida en diez cuadros, la obra enfrenta fraternalmente a dos personajes en un juego de poder signado por la pérdida. Los bailarines recrean dinámicas creativas mediante la representación de mujeres clave en el arte mexicano como Frida Kahlo, María Félix y Pita Amor, y hacen una parodia de los estereotipos sexuales –incluido el gay–, así como de vocabularios ultracodificados, como el Graham de Guillermina Bravo –que no el de Martha– y el del folclor. Bajo una estética mexicanista, con un mordaz sentido del humor, un uso del sarcasmo que se autorrevierte y un tono melodramático que llega por momentos al límite. Las simples cosas narra la historia de una despedida, pero simultáneamente marca el reencuentro de Rivera con quienes había dejado en el camino, e incluso consigo mismo.
Ángulo alterno
Fotos: Gabriel Ramos |
El Danzaextrema también incorporó la presencia de Quiatora Monorriel con una más de las escenificaciones multidisciplinarias del proyecto Danza mínima, de Evoé Sotelo, de la agrupación chilena Hunab Ku, e incluyó la presentación de la recientemente fundada compañía Danza Joven de Sinaloa, dirigida por Georgina Gutiérrez. El Festival cerró con el estreno de En el límite de la memoria, de Alarcón, con el grupo anfitrión Ángulo Alterno. El coreógrafo logra imágenes armónicas y momentos de riesgo en que se muestra el gran dominio físico y la fuerza de los bailarines. En el límite de la memoria presenta a Alarcón en la búsqueda de integrar a sus composiciones elementos más identificados como teatrales, y corrobora que pule su oficio coreográfico en cada nuevo proyecto.
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