Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Vinicius de Moraes:
un Buda musical
ALEJANDRO MICHELENA
Alejandra 2
NIKOS KARIDIS
Industrias culturales. México en el contexto latinoamericano
VIANKA R. SANTANA
El vino del amor y la experiencia
HERMANN BELLINGHAUSEN
Méndez Arceo y el '68
CARLOS FAZIO
Chomsky y Foucault:
la razón y la navaja
RAFAEL TORIZ
José Ramón Arana: escritura, silencio y exilio
YOLANDA RINALDI
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Columnas:
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JUAN DOMINGO ARGUELLES
Paso a Retirarme
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Queridos Santos Reyes…
Que Timbiriche haga otro concurso televisivo. Que Britney Spears regrese a los escenarios. Que rbd tenga un nuevo programa por cable. Que Paulina Rubio abra más la boca. Que los boletos de los conciertos sigan aumentando de precio. Que los festivales culturales de México traigan a malos artistas. Que quienes contratan a los artistas en esos festivales sigan en sus puestos. Que quienes dejan en sus puestos a quienes contratan a los malos artistas de los festivales culturales, se levanten con una sonrisa satisfecha cada mañana.
Que las tiendas de discos encarezcan la música clásica y el jazz importados. Que las buenas revistas no se vendan. Que las malas vuelen como pan caliente. Que Moderatto regrese al festival Vive Latino. Que Luismi tenga más solecitos. Que las estaciones musicales del Instituto Mexicano de la Radio sigan en la misma dirección. Que los conciertos de la ofunam estén vacíos. Que cierren los dos clubes de jazz de Ciudad de México.
Que nuestro presidente haga negocio con la cultura. Que Sergio Vela diga que sí. Que Roberto Aymes prepare más conciertos de jazz navideño. Que Adal Ramones haga otro disco. Que cante Fabiruchis. Que las escuelas de música subsistan con dificultades. Que los mejores intérpretes de México permanezcan en los bares de covers o “hueseando” con artistas chafas. Que siga la payola. Que las disqueras independientes crean que están cambiando algo, haciendo poco. Que el canal de televisión mtv Latinoamérica siga transmitiendo estupideces veintidós horas por día.
Que el Canal 22 deje a un lado la música. Que la amprofón siga liderando la confiscación de rockolas y sinfonolas, el cierre de cibercafés, la cacería de brujas contra quienes gustan de la música gratis y viven la difícil cotidianidad mexicana. Que Café Tacuba se conforme con lo que ha hecho. Que Zoe no madure. Que los Cabezas de Cera desaparezcan con su música para locos. Que Los Dorados dejen de tocar su nuevo jazz mexicano. Que Iraida Noriega desista. Que Jaime López cierre la boca. Que los productores de conciertos independientes renuncien ante el poder de Ocesa.
Que asesinen a más gruperos. Que Lila Downs se quede en Nueva York. Que Chavela Vargas se quede en donde sea que vive. Que Gustavo Santaolalla siga ganando Oscares. Que los festivales de exa Radio presenten a artistas que no cantan en vivo. Que el reggaetón siga su invasión. Que nadie sepa el nombre de cinco compositores vivos de música clásica mexicana. Que no recordemos el nombre de los instrumentos del son veracruzano. Que no sepamos su diferencia con el de Guerrero. Que sigamos sin saber qué es la música ranchera o cómo nació el mariachi.
Que cualquiera con un par de… escriba sobre música. Que cualquiera con un par de… se cuelgue un instrumento. Que la directora de orquesta mexicana, Alondra de la Parra se quede en Nueva York. Que el baterista mexicano Antonio Sánchez se quede en Nueva York. Que Plácido Domingo se quede en Nueva York. Que los empresarios mexicanos queden satisfechos con Juan Gabriel. Que Marco Antonio Solís guste a todos porque lo kitsch está de moda.
Que quienes no leen este periódico, odien este periódico. Que quienes leen esta columna hoy se enfaden. Que quienes se enfaden se vayan a comprar otro periódico. Que en otro periódico encuentren lindos textos sobre música en los que no se habla de tonalidades, ni dinámicas, ni inflexiones, ni cosas raras. Que en 2008 Miguel Bosé prepare otro disco como Papito . Que Radiohead, Prince, y Nine Inch Nails se arrepientan de regalar su música.
Que las bocinas de todas las computadoras sigan sonando igual de feo, empobreciendo la música. Que los reproductores de música portátiles almacenen millones de canciones y que éstas suenen aleatoriamente sin relacionarse con la vida de quien las presume. Que los niños no sepan que es un casete, que los jóvenes no sepan lo que es un acetato, que los adultos no sepan lo que es el mp3 y que los viejos ya no quieran saber nada de nada.
Que se acaben las serenatas. Que los músicos callejeros sean vistos cada vez con más odio. Que los de las cantinas cambien su repertorio. Que los organilleros lleven el uniforme de hace tres años. Que la música de los elevadores y hoteles sea una horrenda mezcla de bossa nova con electrónica. Que todos los grupos extintos se vuelvan a juntar y que los que tocan juntos se separen. Que Molotov sea el sumario de lo chistoso. Que los troveros sean el sumerio de la poesía. Que Arjona siga suelto por las calles.
Todo eso, queridos Santos Reyes, es lo que no quiero para este nuevo año que comienza. lo que sí quiero , sencillamente, es un gramófono viejo de manivela, con algunos discos de ésos que desgastan su pasta bajo agujas intercambiables y que, desde su áspera agonía, despiden fantasmagóricamente dos tangos de Gardel (uno por lado). ¿Se puede?
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