El principio del principio
Angela Merkel y Emmanuel Macron firman el Tratado de Aquisgrán: ¿A tiempo o muy tarde?
Venezuela en peligro
Consejas populares
Dormir bajo el cielo de París, un problema que aumenta y que los políticos se niegan a ver
En blanco y negro
Recuerdos // Empresarios (XCVI)
Insurgentes dependientes // Mazatlán, más muertos en las calles que toros en el ruedo
l cada vez más intemperante tono usado por el gobierno estadunidense para referirse a Venezuela y su gobierno, sumado a los frondosos antecedentes injerencistas de Washington, desata fundados temores sobre el futuro inmediato que aguarda a esa nación sudamericana. Las declaraciones que tanto Donald Trump, como su secretario de Estado, Mike Pompeo, han vertido en horas recientes, y especialmente tras la reunión celebrada este sábado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para discutir la situación venezolana, constituyen un retorno (es decir, un retroceso) a la salvaje retórica de la guerra fría. Por aquellos años, la tradicional política de intromisiones impulsada por la Casa Blanca se traducía, a las primeras de cambio, en brutales intervenciones armadas, acompañadas por la inverosímil retórica democrática que llevaría a Eduardo Galeano a ironizar acerca de las salvaciones
urdidas por Estados Unidos, que dejan a los pueblos convertidos en cementerios o en manicomios.
Tropieza servicio de inteligencia de Trump
l servicio de inteligencia del presidente Trump funciona poco y mal. El golpe de Estado que prepara en Venezuela desde hace años no da resultados. Qué diferencia con el que organizaron aquí en su embajada, en 1913, para imponer a Huerta y asesinar a Madero.
uienes dieron por concluida la etapa de los golpes de Estado en América latina erraron en sus pronósticos. Ningún gobierno progresista en el siglo XXI ha estado exento de sufrir los envites de Estados Unidos y las plutocracias locales. En algunos casos han tenido éxito. Honduras, Paraguay y Brasil. Fracasaron en el magnicidio contra el presidente Correa en Ecuador, hoy su presidente Lenín Moreno habla el lenguaje de Trump. Las políticas de no intervención, soberanía e independencia nacional han quedado sin efecto. Algunos países se han levantado. México aplica la doctrina Estrada, gracias al cambio de gobierno. López Obrador rescata una tradición antimperialista abandonada por los gobiernos del PRI y el PAN. Bolivia y Cuba, entre otros muestran su rechazo. Eso sí, los hasta ahora considerados un peligro para la democracia encabezados por Jair Bolsonaro, son redimidos como defensores de los derechos humanos. Asimismo, Macri en Argentina, Piñera en Chile o Duque en Colombia son rescatados como valedores de la intentona golpista.
os intentos de invadir a Venezuela usando además a algunos países sudamericanos, ya minoritarios, se ven en dificultades. México, regresando a la autodeterminación de los pueblos que tuvimos hace algunos sexenios, y otras naciones, no sólo latinoamericanas, sino algunas de Europa Occidental, además de China y Rusia, se oponen.
ntre las 35 ‘medidas prioritarias’ anunciadas la semana pasada por el ministro-jefe de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, para ser implantadas en los próximos 100 días, algunas llamaron la atención.
os grandes movimientos sociales improvisan representantes que desean utilizar para ser reconocidos nacionalmente, pero pagan así su tributo a la alienación, son utilizados por esos representantes y pierden, en parte, su impulso autogestionario. Lo que podría ser un torrente impetuoso corre entonces el riesgo de convertirse en un vasto pantano.
o que hoy vivimos y empezamos a experimentar a lo largo de 2018 es un cambio político de grandes proporciones. Inscrito en un contexto económico y social hostil, abrumado por un desempeño productivo y del empleo cercano al estancamiento y cercado por portentosas tendencias a la anomia social, dicha mutación política ha traído consigo aliento en vastas capas de la sociedad e incitado a la empresa a repensar su papel económico y forma de relación política y hasta retórica con el nuevo gobierno.
as primeras estimaciones sobre el consumo mundial de energía en 2018 indican un volumen diario próximo a 278 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Sólo se incluye la energía comercializada. Al incluir la no vendida –formas rurales de consumo, que básicamente incluyen leña y residuos agrícolas, como hace la Agencia Internacional de Energía–, el volumen total sería 4 o 5 por ciento mayor.
a se acerca el Día de La Candelaria y, según la tradición, quienes se sacaron en la rosca de Reyes el niño o ahora el Belem completo –algunas panaderías colocan las figuras de José, María y el Niño Dios– tienen que pagar tamales para los demás.
ntre los buenos recuerdos y los falsos recuerdos mi tolerancia a los demasiados recuerdos se desborda y lo único que busco entonces es olvidar todo recuerdo y poder así quedar en paz.
na vida interminable. Pocos artistas plásticos habrán inspirado tanto a los cineastas como el holandés Vincent Van Gogh. Basta revisar algunas de las aproximaciones más notables a su breve vida (37 años) y a su obra prolífica (llegó a pintar 75 obras en sólo 80 días en su estancia en Arles), para entender el magnetismo de un personaje vuelto ya una leyenda. Desde Sed de vivir (Lust for life, 1956), de Vincent Minnelli, hasta Vincent y Theo (1990), de Robert Altman, o la estupenda Van Gogh (1991), de Maurice Pialat, a la cinta de animación Cartas de Van Gogh (Loving Vincent, 2017), de Dorothea Kobiela y Hugh Welchman, en la que 100 artistas relaboraron a mano 853 óleos del artista para ilustrar pasajes de su vida, la fascinación por el pintor no ha decaído un solo momento. Actores tan notables como Kirk Douglas, Jacques Dutronc o Tim Roth han encarnado con solvencia y brío al personaje. Y justo cuando se pensaba que no habría ya lugar o interés por una nueva recreación biográfica, el cineasta y artista plástico estadunidense Julian Schnabel propone, con temeridad e inspiración artística, Van Gogh en la puerta de la eternidad (At Eternity’s Gate, 2018), un intento por plasmar el espíritu mismo de una creación alucinada.