as primeras estimaciones sobre el consumo mundial de energía en 2018 indican un volumen diario próximo a 278 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Sólo se incluye la energía comercializada. Al incluir la no vendida –formas rurales de consumo, que básicamente incluyen leña y residuos agrícolas, como hace la Agencia Internacional de Energía–, el volumen total sería 4 o 5 por ciento mayor.
Hoy, esta diferencia significa unos 12 millones de barriles de petróleo crudo equivalente al día. Pero volvamos a ese número preliminar de energía comercializada. Más de la tercera parte es específicamente petróleo. El registro oficial ronda 100 millones de barriles diarios. Casi 70 por ciento exige movimientos interregionales. Y la factura mundial –referida a 60 dólares por barril del crudo importado por Estados Unidos– sería del orden de 2 mil 190 billones de dólares (miles de millones). Casi 3 por ciento del producto mundial.
En 2008 y 2011 llegó a cerca de 5 por ciento del producto. Hoy, la factura petrolera se ha relajado
. Y no se ve modificación sustancial próxima que lleve a esos altos niveles el costo petrolero mundial. En contra de lo que pudiéramos pensar, el segundo combustible mundial no es el gas natural, sino el carbón. Aún hay importantes consumidores que dependen muchísimo del más contaminante de los combustibles.
China, India y Estados Unidos acumulan 71 por ciento del consumo global. Concentran, respectivamente, 51, 11 y 9 por ciento de un total anual de 7 mil 800 millones de toneladas. A 90 dólares por tonelada, representarían 700 mil millones de dólares de factura anual. La tercera parte de la petrolera.
El gas natural es el tercero, con 365 mil millones de pies cúbicos al día. A seis dólares por mil pies cúbicos daría una factura de 800 mil millones de dólares, similar a la del carbón. Estados Unidos consume 20 por ciento del total mundial. Europa –incluidos los países de la ex Unión Soviética–, cerca de 30 por ciento. El desarrollo del comercio mundial de gas natural ha sido enorme. Ha permitido crecientes consumos regionales. No sólo por los ductos con 20 por ciento del total consumido, entre los que sobresalen los de Rusia a Europa continental con poco más de 20 mil millones de pies cúbicos al día. También los espectaculares barcos metaneros de criogénicas esféricas, que mueven 38 mil millones de pies cúbicos al día, poco más de 10 por ciento del consumo mundial.
Destacan los envíos de Medio Oriente, con más de 12 mil millones de pies cúbicos diarios, la tercera parte de los envíos por barco. Concluyo con el registro de las energías limpias. Satisfacen 15 por ciento del consumo mundial de energía primara. La hidroelectricidad, 7 por ciento. Nuclear, cuatro. Otras renovables –básicamente solar y eólica–, otro 4 por ciento. Así, 85 por ciento de requerimientos mundiales de energía se satisface con combustibles contaminantes. Con emisiones equivalentes a 34 mil millones de toneladas de CO2 al año.
Parte importante –lo veremos– para generar 65 por ciento de la electricidad en el mundo. Todavía 42 por ciento con derivados del petróleo y con carbón, con las tradicionales bajas eficiencias. Apenas 23 por ciento con gas natural y eficiencias ya superiores a 50 por ciento. Una cuarta parte con renovables. Y el 10 por ciento restante con una energía nuclear que continúa yendo hacia atrás. Pero de esto y otras tendencias de la dinámica energética mundial comentaremos próximamente. De veras.