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Directora General: CARMEN LIRA SAADE Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER Domingo 15 de marzo de 2009 Num: 732 |
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Chris Botti, perfil de bienvenidaAsí es, adivinó el lector, hoy observaremos al trompetista estadunidense Chris Botti debido a su próximo concierto el 31 de marzo en el Teatro de la Ciudad , pero, sobre todo, debido a que lo merece por los derroteros que ha sabido caminar tanto en los terrenos del jazz como del pop-rock, incluso coqueteando con los clichés del easy listening, smooth y demás géneros deslactosados para elevador o centro comercial. Para empezar diremos que sí, que desde luego es un “niño bonito”. Nombrado en 2004 “uno de los cincuenta hombres más bellos” en la revista People, parte de su éxito comercial se debe, precisamente, a la pose de galán que ostenta en las doce portadas de sus discos (estética a la que debería haber renunciado hace mucho). Además, diremos que como músico no ha descubierto el hilo negro ni ha cambiado la historia de la trompeta. Competente técnicamente, tampoco destaca por un virtuosismo que se acerque a las capacidades de los llamados “leones negros”: Wynton Marsalis, Nicholas Payton, Wallace Rooney, Roy Hargrove y Terence Blanchard, entre otros. ¿Qué es pues lo que hace de Botti un intérprete valioso? Para empezar, su economía. Heredero de la escuela cool , del minimalismo de Miles y Chet Baker, lo suyo no es la experimentación formal, sino la conquista de una belleza ligera, apta para cualquier melómano que valore la dulzura.
Uno de sus primeros trabajos, cosa curiosa, fue en el disco Doble vida de la banda argentina Soda Stereo, a finales de los ochenta. Para inicio de los noventa, empero, ya tocaba en vivo con Paul Simon y, a mediados de la misma década, debutaba como solista con el álbum First Wish. Antes de terminar el siglo, como era de suponerse, Chris Botti era el trompetista más ocupado del mundo y pudo asociarse con estrellas como Aretha Franklin, Thomas Dolby, Rod Stewart, Bob Dylan y Sting, con quien grabó y giró con los discos Brand New Day y Sacred Love. Paralelamente, eso sí, continuó expandiendo su manto de suavidad contribuyendo a proyectos como el de los entonces miembros de King Crimson, Tony Levin y Bill Bruford, Upper Extremities, así como en obras de Andrea Bocelli, Natalie Merchant, Michael Bublé, Joe Coker, James Taylor, Michael Brecker, Yo-Yo Ma y muchos más (hasta Julio Iglesias). Ligado a la trompeta desde los diez años de edad en su natal Oregon, sus primeras clases de jazz fueron cortesía del legendario educador y autor David Baker, en el programa musical de la Universidad de Indiana. Hoy, tres décadas después, Botti puede presumir que su quinteto, con todo y la crisis, es uno de los más solicitados del mundo. Con decenas de fechas vendidas hasta enero del 2010, destaca en su calendario una nueva visita al Festival de Jazz de Montreal, así como su único concierto en Latinoamérica, el de México. Acompañado por el espléndido pianista Billy Childs (todo un líder por cuenta propia), el guitarrista Mark Withfield, el bajista Tim Lefebvre, el baterista Billy Kilson y la violinista Lucia Micarelli, la presencia de Botti en el ciclo permanente de la productora Livejazz acaba con los infructuosos intentos que diversas instituciones y particulares llevan a cuestas desde hace años. Finalmente, y para terminar de convencer al lector dudoso, adelantamos que el material que sonará esa noche cubrirá la mayor parte de la carrera de Botti, pero haciendo énfasis en Italia, álbum dedicado al país de la bota en el que suena un repertorio emblemático –subrayamos La Misión de Morricone– así como varios invitados entre los que brillan Andrea Bocelli y Paula Cole, así como Christian McBride, Vinnie Colaiutta, Tom Coster y docenas más. En resumen: un concierto bueno para el romanticismo, la relajación y la sed de miel sonora. EPÍLOGO NOTICIOSO Tras saber que el congreso estadounidense está investigando posibles prácticas monopólicas en torno a la fusión que intentan Live Nation y Ticketmaster, la empresa líder en producción de conciertos y la empresa líder en venta de boletos, no podemos evitar una pregunta obligada en estos tiempos de crisis, cuando personajes como Carlos Slim intentan jalar agua para su molino presionando a nuestros representantes: ¿conocemos a fondo la relación entre la misma Ticketmaster y Ocesa (ahora socio de Live Nation en México)? De darse tal fusión en el país del norte, ¿sucedería en el nuestro? Creemos que vale la pena prestar atención al desarrollo de tales eventos pues, si ya pagamos precios elevados por los conciertos y el entretenimiento, sería muy grave que al control del mercado musical (foros incluidos) que tienen algunos empresarios, se sumara el de los boletos. Veremos. |
