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Noches de fuego y desvelo
El subcomandante Marcos se ha revelado como un notable escritor en sus misivas periodísticas plenas de humor, sarcasmo, sensibilidad y una prosa armoniosa y elegante. Recientemente se publicó un libro sui generis – Noches de fuego y desvelo * – editado por el Colectivo Callejero , en el que el jefe rebelde del ezln revela una nueva faceta en su singular quehacer literario: un conjunto de poemas eróticos dedicados a Ella, una mujer-luz misteriosa, que ha sido el objeto de sus desvelos y la musa que le ha inspirado una pléyade de imágenes amorosas, sensuales y voluptuosas.
Este libro es un hermoso objeto de arte creado “a seis manos” a partir de los magníficos textos del subcomandante , bellamente ilustrados por el pintor Antonio Ramírez y magistralmente dispuestos en un original diseño editorial por Efraín Herrera, quien entrelaza texto e imágenes en una sutil composición de ritmos cadenciosos que resulta de gran atracción visual.
Hace unos meses Marcos, bajo su alter ego Sombra, el Guerrero, visitó en su taller de Guadalajara a su amigo Antonio Ramírez –conocido entre ellos como Pinceles– para invitarlo a dar forma plástica a sus poemas recientes: “Que los colores digan lo que las palabras no pueden”, desafió el Guerrero. Ante tal reto, Pinceles echó a volar la imaginación para esbozar mediante líneas furtivas y trazos candentes las imágenes plenas de nostalgia, melancolía, deseo, pasión y añoranza que se desprendían de los manuscritos del poeta. Para hilvanar las palabras y las pinturas –pensó el artista– se requería de un tercer elemento: el toque a un tiempo inteligente y espontáneo del diseñador gráfico Cuadratín, es decir, Efraín Herrera. La conjunción de las tres creaciones –texto, pinturas y diseño– dio lugar a este libro finamente impreso y encuadernado, que recién salió a la venta y cuyas ganancias serán destinadas a combatir problemas de salud en las comunidades indígenas de Chiapas.
El libro consta de dos partes: la primera presenta diez cartas de amor destinadas a la dama enigmática –Ella– y dos al solidario compañero Pinceles, en las que Sombra se mira al espejo, con el corazón en las manos, y habla de sus tribulaciones desde los rincones más profundos de su ser. La segunda parte reúne cuatro textos en los que el guerrero poeta altera de nuevo su personalidad y se convierte en pirata, marinero, caballo y mago, otros alter ego que relatan aventuras y fantasías que son metáforas coloridas de sus periplos por los vericuetos del alma.
Antonio Ramírez se ha destacado desde hace varias décadas como activista social y creador interdisciplinario que tiene el don de vincular con sensibilidad y experiencia el arte con la política y el entorno social. A raíz del surgimiento del ezln , el Colectivo Callejero –grupo formado en 1985 integrado por Antonio y todos los miembros de su familia, Efraín Herrera y el caricaturista Jabaz– se solidariza con el grupo rebelde y se involucra en una serie de actividades en su apoyo. Para ellos, la imagen pintada es un arma poderosa para cuestionar la realidad y denunciar las injusticias.
Bajo esta premisa, Pinceles realiza diecisiete óleos y cuarenta y tres dibujos, donde despliega la electrizante atracción entre dos cuerpos que se funden y confunden en torno a las evocadoras imágenes sensuales que canta el poeta. Pinceles rescata con precisión la sutileza y la exuberancia de las metáforas que hablan del gran misterio del amor, de la soledad, los sueños, la esperanza y la desazón que envuelven al ser amoroso. Su dibujo es suelto, libre, intrincado, una suerte de garabateado que recuerda los trazos desenfadados de Egon Schiele y las líneas angulosas del Picasso cubista. Sus pinceladas son firmes, decididas, gestuales, y resaltan con expresividad la fuerza telúrica del personaje masculino –Sombra, el Guerrero– en oposición a la figura huidiza, fugaz y etérea de la musa, que es, como escribe el poeta, acaso “un suspiro”.
Si el rostro verdadero del ser humano es su corazón, como bien decían los tlamatinime ( sabios, entre los Aztecas: “aquellos que dialogan con su corazón”), los textos reunidos en Noches de fuego y desvelo son el espejo que refleja la faz auténtica del subcomandante Marcos, quien, bajo la bóveda celeste en algún lugar de la selva lacandona, escribe poemas, acaso –y ésta es sólo mi hipótesis– buscando la posibilidad de esperar, ante un mundo que ha perdido la esperanza, y recuperar allí, en el territorio de la poesía, la intensidad que le permita vivir la conjunción del azar y el destino a favor de sus luchas y sus deseos.
*El libro está a la venta en la Librería Pegaso de Casa Lamm, en el Rincón Zapatista, en Galería Barandal y en Librerías Morgana y Casa Juan Pablos.
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