Ni Meade ni AMLO perseguirían a Peña
Mal chiste
el esquema anticorrupción
Tala de árboles en Polanco y Chapultepec
Los perdones de AMLO y Meade
¿Dejar pasar la LSI?
Travestismo dominical
(Pre)Candidato priísta, rehén
Júbilo por la retroalimentación de la multitud
El recuerdo que me deja María Angélica Luna Parra
Trump aprieta la pinza
TLCAN: porrazo fiscal
Meade, efecto Nembutal
México. Producción y Ventas (ene-sept 2017)
Reventón al estilo 1929
Primera individual de Guillermo Gómez Peña en el MAM
iles de ciudadanos salieron ayer a las calles en diversas ciudades de Honduras en demanda de limpieza en el proceso electoral aún en curso, en el que se enfrentan el todavía presidente, Juan Orlando Hernández, y Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, de centroizquierda, con el telón de fondo de las masivas denuncias por fraude, con el estado de excepción y el toque de queda instaurados por el propio régimen.
Tan cerca de Trump y tan lejos del TLCAN
ete aquí que Donald Trump cumplió algo que prometió en su campaña: impulsó y obtuvo una reforma tributaria que rebaja nada menos que 15 puntos porcentuales el impuesto a las empresas para lograr que aumenten la producción en su propio país. El hecho en sí es un golpe mayor para el México enchufado al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como único motor de crecimiento, como lo definió el rutinario credo de los gobiernos prianistas. Ni el muro ni la renegociación del tratado: la rebaja de impuestos a las corporaciones. Ahora hay prisa por afirmar que se mantiene nuestra ventaja competitiva por los salarios y habrá mayor presión para mantenerlos en el sótano de la economía global. Pero el reto es mayúsculo si se trata de pensar en un proyecto de país viable, sostenible y justo en su entramado laboral, la base de todo lo demás.
ía con día se multiplican las denuncias sobre los abusos y agresiones sexuales perpetradas contra miles de mujeres. No hay actividad política, cultural, deportiva o social en la que la conducta depredadora de los hombres en contra de las mujeres no sea motivo de noticia y justa alarma. Desde inmemoriales tiempos el abuso en contra del género femenino ha estado soterrado, y debido a ello relativamente ignorado. Es hasta ahora que ha recibido la atención que desde hace mucho se le debió dar. Uno de los hechos más relevantes y el primero en llamar la atención de millones de personas fue en 1991, cuando Anita Hill declaró que Clarence Thomas, nominado a la Suprema Corte de Estados Unidos, se había dirigido a ella en forma inapropiada con comentarios sexuales, que rebasaban cualquier relación de trabajo y amenazó con despedirla si lo denunciaba. La nominación de Thomas fue aprobada en el Senado por un colectivo en el que la gran mayoría eran hombres blancos.
i el Senado avala la Ley de Seguridad Interior (LSI), ya aprobada por los legisladores priístas y calderonistas en la Cámara de Diputados, el régimen autoritario mexicano finalmente se quitará la máscara para transitar abiertamente hacia una dictadura militarizada.
a repetición del ritual consagrado resultó patética. El destape no tendrá los efectos que alguna vez tuvo.
inalmente, el poder militar terminó por doblegar a su mando civil. Por miedo o cobardía, Enrique Peña Nieto terminó cediendo de manera voluntaria el poder civil al castrense. Volvió legal lo que ningún presidente civil había permitido en el México posrevolucionario por los peligros que entraña. Aunque en rigor, con la imperiosa necesidad
manifestada al impulsar una ley que busca amparar la actividad anticonstitucional de las fuerzas armadas en materia de seguridad pública, buscaba protegerse a sí mismo.
mposible ser ajeno a lo que acaba de ocurrir en el campo de la política del país. Un presidente que designa a su sucesor en la residencia oficial del Poder Ejecutivo federal. Un partido que, de la manera más lacayuna, se suma a la unción de alguien que no militaba en esa organización; algunos medios y editorialistas que califican al ungido casi como el Mesías que salvará al país de todos sus males. Un dinosaurio, líder de la bancada del PRI en el Senado (el señor Gamboa Patrón), que califica el encuentro del secretario de Gobernación (que luchaba por ser el bueno
) con el elegido como una muestra de la política fina que hacemos en el partido y donde no hay asperezas porque el proceso de selección ha sido muy limpio y transparente
. Una iniciativa privada que se suma incondicionalmente al dedazo porque el doctor Meade es el más preparado
de todos los candidatos. Es una nueva esperanza para México
, como lo calificó en este diario Heriberto Galindo, con lo cual nos dice que estamos en el peor de los mundos posibles y que antes hubo otras esperanzas que en eso quedaron. Legisladores del Partido Acción Nacional que se declaran simpatizantes del doctor. En fin, un elegido que llena de elogios al desprestigiado partido del cual no hacía parte y lo convierte en su candidato a la Presidencia de la República en 2018
ás que nuevas ideas, perspectivas y ambiciones colectivas, lo que prevalece en la manera de pensar la economía y, por ende, la sociedad de México, parece ser una larga serie de repeticiones que, precisamente por ello, se convierten en una especie de lugares comunes.
n pequeñas ciudades del interior como ésta, la ley del plomo rige la vida colectiva a una escala que ni Richter. Son años ya de esta ley violenta y arbitraria que con trabajos te deja en paz cuando te metes a tu casa y atrancas la puerta. No tener que ver con Ellos significa no tener que verlos a los ojos, evitarles la palabra, escurrir el bulto sin llamar su atención.
e tiempo inmemorial los hombres y mujeres de México somos un pueblo interesado por nuestra historia. Desde que el tiempo es tiempo todo hecho, todo objeto, todo rito, lo convertimos en relatos compartidos. Lo convertimos en historias.
l bello ballet expresivo de Enrique Ponce a un torito café con leche salinero de los que le encantan al toreo, bordó el toreo en estado gaseoso flotador en el aire, presente en las estrellas, componente que se respiraba, no porque lo haga ver encasillado, que es otra cosa matizada de ese toque de exactitud lumínica, dentro de una relajación del torero natural, tan natural que desaparece el peligro. Que hace creer a los aficionados que es nuestro ojo el que lo ve graduar los pases, no el del torero.