Si vendieran sus aviones los gobernadores...
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Constitución
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Ocultan secuestro en Aguascalientes
¡Habemus constitución!
A redoblar compromisos
Se vencieron inercias
l parlamento de Israel aprobó ayer por ligera mayoría una iniciativa que da sustento legal a decenas de asentamientos judíos construidos en la Cisjordania ocupada. La aprobación ocurrió después de que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, informó a los legisladores que había puesto en antecedentes del asunto al gobierno estadunidense, lo que equivalía a contar con la tácita aprobación de Washington a esa ley.
La Constitución, asegura, es neoliberal y antisocial
ien años tiene ya la Constitución de 1917 y hasta antes del periodo neoliberal de gobierno tuvo un contenido social-popular de vanguardia para su tiempo. Nuestra Carta Magna ha tenido 686 reformas, y 70 por ciento de éstas (474) se han realizado en la etapa neoliberal. A partir de 1982, el grupo neoliberal en el gobierno ha ido consumando la transformación de nuestro contrato social en contratos particulares, de entrega y privatización de los bienes y riquezas nacionales.
n 1887, Chae Chan Ping, quien había vivido 12 años en California, fue a visitar a su familia en China. Llevó un certificado de reingreso, que por orden del Congreso de Estados Unidos debían portar todos los chinos residentes en el país que desearan viajar al extranjero. La ley fue promulgada en 1884, dos años después que el Congreso canceló la inmigración de trabajadores chinos al país.
a Constitución hoy vigente es contraria al espíritu de la que se promulgó en 1917. Se le han hecho más de 600 reformas y sólo 26 de sus 136 artículos mantienen su redacción original. La mayor parte de las modificaciones (y las más drásticas) se hicieron a partir de 1982, y no alcanzaríamos aquí a discutir todos estos cambios, pero podemos acercarnos a ellos a través de los dos artículos que en el discurso posrevolucionario y priísta (como mostramos hace 15 días) eran los más importantes de la Constitución, los que la definían: el 27 y el 123.
l 9 de febrero de 1913 dio inicio la llamada decena trágica, que culminó con el asesinato del presidente Francisco I. Madero y la traición del Ejército con Victoriano Huerta a la cabeza, después de que había sido nombrado comandante en jefe por el mismo presidente. No es casual que también un 9 de febrero, en 1995, se concretara la traición del gobierno de Ernesto Zedillo contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Fue la señal militar, en un momento en que se suponía estaban en curso acciones de distensión para reanudar el diálogo, con la presencia, incluso en tierras zapatistas, de quien era en ese momento secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma. El hoy ex presidente Zedillo anunció ese día que se descubrió la preparación de acciones violentas, y reveló la supuesta identidad de los dirigentes zapatistas, contra los que se libraron órdenes de aprehensión. El Ejército Mexicano avanzó en unas horas sobre varias poblaciones de Chiapas y tomó algunos poblados. Obligando a cientos de comunidades a huir hacia las montañas. La población civil dentro y fuera de la zona de conflicto –según diversos testimonios y denuncias– sufrió cateos, detenciones, torturas, allanamientos, impedimento de transitar libremente, persecución religiosa, ametrallamientos y, de acuerdo con los zapatistas, hasta bombardeos. ( Proceso, 20/2/95).
nero me gustó pa’ que te vayas, le cantan integrantes de la Asamblea del Pueblo a Francisco Kiko Vega, gobernador panista de Baja California, parafraseando la letra de Amarga Navidad, de José Alfredo Jiménez. Y, al grito de ¡Fuera Kiko!, exigen la renuncia del mandatario.
U
nidad nacional
es el mantra del momento entre quienes han instigado y consumado la mayor fractura nacional en décadas: la generada por las reformas estructurales, con la educativa y la energética, en primer lugar. Unidad
, claman los políticos y funcionarios que incendiaron al país con el gasolinazo del mes pasado. Patriotismo
, exige, en su fiesta de Querétaro, el grumo de partidos que ha gestionado los episodios más recientes de claudicación nacional. Unidad y patriotismo son ahora los productos de temporada, las marcas registradas comercializables recién descubiertas por los sectores políticos y empresariales que han exacerbado la división de México entre un puñado de magnates y una mayoría de miserables, los que han traducido al español mexicano los dictados de la OCDE, el FMI y el Banco Mundial, y los que en el pasado reciente elaboraron coartadas para justificar la violencia genocida en la que Felipe Calderón sumió al país.
l Senado de la República ha buscado afanosamente qué hacer para enfrentar el desafío que representa para México la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Ha difundido anuncios y números telefónicos para brindar asistencia a los migrantes mexicanos que pudieran ser expulsados del país vecino y ha llamado a comparecer a los más altos funcionarios mexicanos para estar al tanto y opinar sobre las negociaciones que se llevan a cabo con el nuevo gobierno estadunidense; pero dentro de esta intensa actividad, se ha olvidado de cuál es su verdadera función, y que tiene en sus manos un elemento clave para enfrentar lo que ahora se confirma como una grave amenaza intervencionista sobre nuestro país.