¿Tiene futuro el país?
Desánimo en la mayoría
Lo de mover a México
va en reversa
Te sumas al narco o te vas
Gobernadores en la nube
Gobernados en el suelo
Clavillazo y el TLCAN
Damnificados: la danza del dinero
Cien años en soledad
e acuerdo con datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación en el país ascendió a 4.48 por ciento en enero, con relación al mismo mes del año pasado.
Advierte sobre ocultar dirección en credencial de elector
s con cierto resquemor que leo en su prestigiado diario que el IFE encriptará las direcciones de los electores en las nuevas credenciales. Casi 90 por ciento de los nuevos adquirientes lo han pedido así.
éxico asiste a la debacle de la clase política corrupta. Momento propicio para seguir colaborando en la construcción de la unidad en la pluralidad. Las voces indignadas se escuchan por doquier, lo mismo en el centro, que en el norte y el sur del país. Con el alud de reformas estructurales a que nos someten, el inminente el despojo. Urge detener la rapiña de los de arriba. El pasado 5 de febrero la indignación de más de 2 millares de personas se mostró en el Congreso Popular. Pude confirmar que las y los mexicanos tenemos necesidad de hablar, de expresarnos, de gritar nuestra total desaprobación hacia la democracia irrisoria que vivimos. Desde temprano nos dimos cita en el Monumento a la Revolución muchas personas que acudimos al llamado de un grupo de ciudadanos preocupados por nuestro país. Convocatoria que, cabe decir, fue multitudinaria y a través de las redes sociales.
no de los aspectos a los cuales menos importancia se ha dado en los medios de comunicación en torno a la supuesta reforma educativa es la centralización del pago de los profesores, que ahora estará a cargo nuevamente del gobierno federal. Aunque de carácter regresivo, seguramente la medida tendrá impacto positivo a corto plazo (quizás en un año o dos), porque permitirá dar fin a algunos vicios establecidos en el Sistema Educativo Nacional.
s hora de pensar en la educación de los niños y jóvenes de México, más allá de las fintas entre maestros y políticos, sindicatos y ministros. Ya sabemos todos que hay una necesidad apremiante de transformar la educación básica, media y superior en el país, pero no sabemos bien cómo. Esto se debe a que el proceso de reformar la educación se está dando en un contexto económico cambiante, novedoso. Importa, y mucho, que la transformación que se está discutiendo vaya por delante del cambio que se viene, que se adelante a sus consecuencias previsibles y no que se realicen a partir de una idea que no se ajusta a la realidad que enfrentarán los jóvenes cuando salgan al mercado laboral.
l sindicalismo mexicano auténtico, ese que hace asambleas, elige a sus dirigentes por la vía democrática y rinde cuentas a sus miembros, está en peligro de extinción. Son múltiples los obstáculos que en la práctica lo van ahogando día a día. Es imposible que exista un nuevo gremio democrático; la consigna gubernamental es complacer al empresariado a toda costa. La intención evidente es que sólo subsistan las estructuras formales de escaparate que no representan los intereses de sus afiliados, que operan como un simple negocio en favor de los líderes que entienden su misión como órganos de control.
o hace mucho tiempo, los expertos y los inversionistas vieron los mercado emergentes
–un eufemismo para China, India, Brasil y algunos otros– como como quienes podrían rescatar la economía-mundo. Éstos eran los que sostendrían el crecimiento, y por tanto la acumulación del capital, cuando Estados Unidos, la Unión Europea y Japón fallaran en su previo y tradicional papel de pilares del sistema capitalista mundial.
i los que promueven la geoingeniería –la manipulación intencional del clima planetario–, realizaran sus proyectos de crear nubes volcánicas artificiales sobre el Ártico, desequilibrarían gravemente el ciclo hidrológico en los trópicos y subtrópicos, con importante disminución de lluvias. Tendría efectos catastróficos en los bosques tropicales, principalmente en Asia y Amazonía, con incremento de sequías en África.