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Obama el musical
En 2004 muchos fueron los músicos y celebridades estadunidenses
que intentaron sumar su fama y empuje a la campaña del demócrata
John Kerry. Pero todo fue en vano. George W. Bush triunfó con un
proceso ensombrecido por dudas a propósito de fraudes y nepotismo,
impulsado por la inercia de un miedo –entre otras cosas–
nacido el 11 de septiembre de 2001. Así, con todo y los numerosos
conciertos a su favor e incluso con una gira musical para recaudar
fondos, Vote For Change Tour, John Kerry no logró lo que Barack
Obama en este 2008.
¿Cuáles fueron las principales diferencias de sus campañas en
relación con la música y los jóvenes? Si por un lado Kerry continuó
con la “ingenua” idea de que el voto juvenil hay que buscarlo arremangándose,
aflojándose la corbata y “rockeando en MTV” sólo durante
el proceso electoral, Obama entendió que tal superficialidad
no sería suficiente. Él nunca dejó de ser quien era. Con su negritud
por delante (la mayor de las diferencias), supo infundir esperanza
desde una posición congruente y seria, sólida. Ello le valió, empero,
que grandes líderes de la música negra, mientras luchaba por
la candidatura de los demócratas, le otorgaran su apoyo a Hillary
Clinton y no a él.
Raperos como 50 Cent y productores como Timbaland, lejos de
lo que podría imaginarse, se inclinaron por la mujer en lugar
de unirse a su compañero de raza. Al mismo tiempo, y también de
manera sorpresiva, fueron bandas como Arcade Fire, REM, Dave Matthews
Band, Green Day (su disco American Idiot fue un duro golpe a
Bush) y solistas como Bob Dylan y Bruce Springsteen, quienes señalaron
a Obama como el mejor candidato para llegar a Washington.
Blancos todos, a ninguno de ellos infundieron sospechas el
origen racial mixto del senador por Illinois, ni importaron su cercana
ascendencia africana, su juventud relacionada
con las drogas o su adolescencia
fuera de Estados Unidos.
Ahora bien, otra gran diferencia fue
que, gracias a entrevistas como las
realizadas con Obama en la edición estadunidense
de la revista Rolling Stone,
supimos de su melomanía profunda, interesada
tanto en el jazz de John Coltrane,
Miles Davis y Charlie Parker, como en los
grandes éxitos de Stevie Wonder, Earth,
Wind & Fire, The Rolling Stones, Elton
John y Bob Dylan, como en la música de
Bach interpretada por Yo-Yo Ma, o como
en los rapeos de Jay-Z y Ludacris; nombres
todos que activaron su IPOD entre uno
y otro discurso de campaña. Más aún, se
sabe que Obama entiende de gadgets y
tecnología, que comprende bien las posibilidades
virales de sitios como Facebook,
Hi5 y Myspace, y que supo pedir
fondos por estas vías como ni Kerry en
2004, ni su competidor en 2008, el “abuelito”
McCain, supieron hacer. Algo importante
cuando en las elecciones primarias
votan 6.5 millones de jóvenes.
Sólo basta ver la cantidad de “amigos”
que el senador tiene hoy en Myspace, el
principal portal de comunidad musical
en el mundo. Casi 850 mil personas añadidas
por voluntad propia, y que van en
aumento en todas partes del mundo. Para
cumplir este logro ayudó, sin duda, el
festival Chicago Rocks, dedicado a lograr
fondos para Obama y concienciar
sobre la importancia de votar, lo que sin
duda entendieron amantes de la música
miembros de numerosas “minorías”.
Ahora bien, de entre los muchos artistas
que apoyaron al hoy presidente
electo negro (varios latinos también), una
de las bandas que más llama la atención
es The Grateful Dead, pues, lejos de “reunirse”
como han hecho tantos mercenarios
de la melancolía en los últimos
años, sus tres supervivientes recordaron
los tiempos de gloria apoyando a
Barack Obama en un emblemático mensaje
que va más allá de la tolerancia
racial, y que pone sobre la mesa la necesidad
de recuperar la vieja libertad que
caracterizó a Estados Unidos, a su costa
oeste sobre todo, durante los años sesenta
y setenta.
Momento de fáciles endiosamientos,
Latinoamérica y el resto del Tercer
Mundo no deben caer en el optimismo
que muchos de nuestros músicos van
a regalarnos a manos llenas. Si pasaron
tantos años para que un negro llegara a
la mansión blanca, otros pasarán para
que se perciban cambios sensibles en
su política fronteriza, verbigracia. No
debemos olvidar que Obama evitó expresarse
sobre los inmigrantes, que no
se opuso a la construcción de “el muro”
y que tampoco puede dar “borrón y cuenta
nueva” sobre asuntos tan delicados
para los llamados red necks del centro
estadunidense, finalmente millones de
conservadores a quienes la idea de que
Stevie Wonder suene en Washington definitivamente
no fascina.
A quienes encanta la idea, eso sí, es a
otros músicos afroamericanos de peso,
quienes desde un principio apoyaron a
Obama. Entre ellos se cuentan el legendario
Chuck Berry, así como las jóvenes
estrellas Usher, Will.i.am, John Legend y
Jay-Z En fin. El caso es que con estas elecciones
la música negra del mundo entero
vivirá un momento especial, y todo
gracias –bueno, no todo, en gran medida–
a ese ser “imposible” llamado George
W. Bush… ¡Bien Georgie! ¡Lo lograste!
Ya se acerca una familia funky para
patearte el trasero y sacarte de
casa con todo y tus discos
de Willie Nelson.
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