Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 6 de agosto de 2006 Num: 596


Portada
Presentación
Bazar de asombros
Carlos Monsiváis y la poesía
JUAN DOMINGO ARGÜELLES
Carriego, Borges y Gardel: tres artistas de las "orillas" de Buenos Aires
ALEJANDRO MICHELENA
Lo vigente en Jorge Luis Borges
Cristalizaciones de Borges
ADOLFO CASTAÑÓN
Un texto desconocido de Borges en sus contextos
ANTONIO CAJERO
El mundo virtual de Borges
ADRIANA CORTÉS Entrevista con ARTURO ECHAVARRÍA
Al vuelo
ROGELIO GUEDEA
Mentiras transparentes
FELIPE GARRIDO

Columnas:
Y Ahora Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Tetraedro
JORGE MOCH


Directorio
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MENTIRAS TRANSPARENTES

Felipe Garrido

LA FUENTE

Dicen que en Viesca había una muchacha que tenía una madrastra cruel. Un día en que la joven lloraba ante la tumba de su madre, vio que ahí al lado había crecido un árbol que tenía frutos. Comió de uno y se sintió bien. Desde entonces, cada vez que estaba triste iba a buscarlos. Su madrastra se dio cuenta y convenció al padre de la niña de que mandara cortar el árbol. Cuando lo descubrió, la muchacha lloró por tres días y sus lágrimas hicieron crecer unas florecillas color de lágrimas que, puestas en sus cabellos, la hacían sentir feliz. La madrastra mandó arrancar las flores. La pobre huérfana se dejó caer sobre la lápida y volvió a llorar. Un borboteo le hizo alzar la cabeza: de la tumba manaba una fuente clara. La niña se lavó el rostro y se alzó resplandeciente. La madrastra, que estaba espiándola, se abalanzó en seguida, se enjuagó la cara con aquella linfa y luego bramó horrorizada. No hizo falta un espejo. Tal como era ahora se veía.