Contraportada
RAYUELA

Se fue de lo nuestro, de lo más nuestro,
el pintor Alberto Gironella.
En la vida del otro lado del lienzo
-donde siempre dibujó la ``Belleza
compulsiva''- él se bebió todas las
botellas de champaña que pudo.
Al final de los finales, su cuerpo herido
llevaba aún la huella de las balas que,
como impactos luminosos, resplandecían
a la manera de corcholatas de cerveza o
de refrescos Mundet, a los que tanto
mérito dio en sus pinturas y retablos.



Desde hoy, presencia policiaca ininterrumpida en la zona

Ofrece el GDF seguridad a colonos de Tulyehualco

Despistolizar, responsabilidad federal, aclara Cárdenas Solórzano
``Reducido'', el grupo que tomó la vigilancia en sus manos, señala
Ordenan autoridades incremento de rondines con cinco patrullas
Seguir en la calle sin armas, pide PRD; hay irresponsabilidad: AN
Retenes civiles, válidos ante la pasividad oficial, opina Burgoa


LA OTRA JUSTICIA Ť Rocha


El tabasqueño teme más la alianza de los 3 que la opositora

Madrazo, ``mentiroso y mal gobernante'': Labastida; ahí están las mejorías, le responde

Intervendrá el PRI si los spots ``ofenden'' a precandidatos


Se deslinda senador panista de la droga hallada en camión de su propiedad

Militares decomisaron en BCS 3.5 toneladas de mariguana ocultas en un embarque de cebollas





El pintor Alberto Gironella -hispanista consumado, según
Teresa del Conde- estipuló en su testamento la creación de
un fideicomiso con carácter de fundación para salvaguardar
su obra y dejar su casa como museo. En la imagen, Zapata
(1972), donación del artista a La Jornada Ť Foto: R. Pozos


PGR: el amparo a Cabal, con criterio equivocado; puede originar impunidad


La ``revolución'' en Venezuela, ``sin disparar un tiro'', celebra Chávez

La Constituyente comienza actividades el jueves con declaración de emergencia nacional y judicial