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a victoria del ultraderechista Jair Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de en ese país, realizada este domingo, es una regresión histórica para la democracia brasileña, un gravísimo revés para las causas sociales y progresistas en América Latina, e incluso un peligro para el desarrollo del equilibrio mundial multilateral.
Bolsonaro, retroceso sociopolítico
l triunfo electoral de Jair Bolsonaro en Brasil representa una regresión de lo que en dos décadas se buscó construir. La vida democrática ya está en riesgo político, pues la ultraderecha, los evangélicos, el Poder Judicial y ahora con Bolsonaro en el Poder Ejecutivo, en conjunto se encargarán de contrarrestar cualquier política progresista que intente parar el neoliberalismo económico.
n más de un sentido, las elecciones que se celebrarán el próximo 6 de noviembre, en las que se renovará la Cámara de Representantes, parte de la de Senadores, las gubernaturas de 36 estados y miles de legislaturas locales en Estados Unidos, serán los comicios más importantes en muchos años. Es la opinión de millones de personas y diversos observadores políticos, lo mismo en los medios de comunicación que en la academia. Será un referendo sobre la política del actual presidente, quien ha profundizado la división en la sociedad, como ni el propio Nixon logró con todas sus perversidades. La pérdida de su popularidad es consecuencia de frecuentes traspiés, su apoyo al racismo, la xenofobia, el ultranacionalismo, el nativismo más rampante y su política antipopular. El electorado ve con temor y frustración la continuidad de esa política destructiva. En el Partido Republicano, al que el presidente simula pertenecer, hay gran preocupación frente a la posibilidad de perder la mayoría en la Casa de Representantes y posiblemente el Senado. La preocupación parece haber tocado también la puerta de la Casa Blanca, por lo que el mandatario se ha subido al avión presidencial para realizar una de sus actividades favoritas: pronunciar discursos a lo largo y ancho del país denostando a los medios de comunicación, las minorías afroestadunidenses, latinas, indígenas y, por supuesto, a los migrantes. Su ataque a la caravana de hondureños raya en lo patético.
in maletas es un libro de Editorial Icono, de Bogotá, que recoge 10 testimonios de migrantes y refugiados que comparten con el lector sus tragedias, penurias y también sus esperanzas; son 10 relatos de cuando, por diversos motivos tuvieron que huir, escapar de sus países, esconderse, separarse de sus pueblos, de sus amistades y de sus familias, porque el mal los persigue, por que temen por su integridad física y la de los suyos o simplemente por que en su lugar no hay forma de ganarse el sustento diario con un trabajo honrado.
n estos tiempos, pocas cosas pueden ser más amenazantes que una caravana inesperada que se cierne sobre un país. Tal es la situación que vive hoy México por la gran migración que ha partido de Centroamérica, sobre todo de Honduras, cuya intención como casi siempre en estos casos es marchar hacia el norte, desde luego a Estados Unidos, si se estira un poco la liga llegando también a Canadá y pasando por México, que a sus ojos no parece tener los atractivos suficientes.
as nuevas generaciones y las no tanto han decidido que el lenguaje políticamente correcto es democrático. Se cree, falsamente, que el respeto a la diferencia consiste en censurar palabras acusadas de sexistas, xenófobas, racistas. Maricón, puta, indio, negro, cabrón, marimacho, entre otras, son llevadas al cadalso. En España, la exclamación popular ¡me cago en Dios! es perseguida sin piedad. No es la única, unir santos y cojones, Cristo y clavos, vírgenes y putas, para colectivos católicos constituye una blasfemia. La justicia del siglo XXI redita los tribunales de la Inquisición. Jueces le dan la razón, sólo queda rescatar tormentos como verter plomo ardiendo en la garganta, reinventar el potro o la doncella de hierro. A esta cruzada contra el lenguaje se unen colectivos cuya labor se centra en borrar del diccionario términos que, a su juicio, causan discriminación lingüística. Ejemplo: el debate para sustituir mariconez de una canción del extinto grupo Mecano. La concursante televisiva, irrelevante por su voz, salta a la fama, negándose a pronunciarla; la tilda de insulto para gays, transexuales, homosexuales y lesbianas. El público del plató aplaude e insulta a la ex vocalista de Mecano, Ana Torroja, por no aceptar su cambio a gilipollez o estupidez. Algo similar ocurre, desde hace tiempo, con diálogos en operas, zarzuelas, cuentos, incluso fabulas. No diga negro, decántese por afroamericano. Elimine homosexual y aplique el correcto, gay; mejor invidente que ciego.
a elección de AMLO y la mayoría que consiguió en el Poder Legislativo y en los gobiernos estatales y locales ha provocado, entre otras cosas, el inicio de una aproximación distinta al debate de la ideología liberal en el país.
sos territorios hermanos nuestros en el istmo de América, de donde parten incesantes viajeros hacia la incertidumbre de la crueldad y la sevicia humanas en México y Estados Unidos, se cuentan entre los más hermosos y dolientes del planeta. Honduras, El Salvador y Guatemala son las heridas abiertas más grandes de América Latina. Sus pobladores, gente de paz y trabajo, gente alegre y amorosa, a quienes históricamente se ha negado la justicia, la posesión de su mundo, la libertad para acceder a las riquezas de sus propios suelos, se ve obligada a huir de la casa, la calle, el pueblo, la ciudad donde nacieron y vivían. Como insisten ahora los organismos de derechos humanos, el éxodo centroamericano es de hecho un desplazamiento forzado.
or esos fenómenos que no tienen voluntad y dependen básicamente del azar, amén de un sensato trabajo de selección, la competencia de largometraje mexicano en el 16 Festival Internacional de Cine de Morelia fue la más sólida que se recuerde desde 2013. Salvo una sola excepción –que no mencionaré para que no sienta feo– todas las películas de dicha sección, con sus más y sus menos, mostraron una clara intencionalidad, una voluntad narrativa bien plantada y una mirada crítica.