undada en 1929 como sindicato, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) se ha convertido en Baja California en el único contrapeso al poder casi absoluto del mandatario estatal. Con mayoría en el Congreso y con la oposición y otros actores políticos desdibujados, Francisco Vega no encuentra en su camino más dique que esa cámara empresarial.

El senador Jaime Bonilla Valdez, quien junto con Andrés Manuel López Obrador arrasó en los pasados comicios, fue durante la campaña quien estuvo –desde sus medios de comunicación electrónicos– cuestionando las decisiones del gobernador y encabezando los señalamientos por su riqueza inexplicable. Sin embargo, en su más reciente visita, el presidente electo le pidió, delante del propio mandatario y del Congreso en pleno, que ya no se ‘‘peleara’’ con el Ejecutivo estatal.

Así, a últimas fechas la Coparmex, cuya dirigencia nacional encabeza el mexicalense Gustavo de Hoyos Walter, mientras Rodrigo Llantada dirige el centro patronal de Mexicali, ha presionado lo mismo para que se eche a andar el Sistema Estatal Anticorrupción que para frenar la instalación de cámaras y botones de pánico que le va a costar a los contribuyentes de Baja California 789 millones de pesos.

La Coparmex y Juan Manuel Hernández Niebla –presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del Estado (miembro del sector empresarial)– interpusieron un amparo contra la asociación público privada (APP) mediante la cual se contrató a la empresa encargada del proyecto.

El otro encontronazo se ha dado en la cancha del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA). El gobierno del estado ha hecho todo lo posible por que no empiece a funcionar (tampoco hay fiscal anticorrupción en Baja California), y aunque avanzó muy despacio en meses recientes, se ha entrampado en el nombramiento del secretario técnico, quien tendrá todas las facultades ejecutivas del SEA. ¿Por qué la Coparmex se ha enfrascado en un enfrentamiento con el gobernador? Es la pregunta que muchos se hacen, pues se trata de un sector que tradicionalmente tenía cobijo político en Acción Nacional. En algún momento incluso se habló de las aspiraciones de De Hoyos Walter para ser el candidato del PAN a la gubernatura, ante el desgaste de los políticos tradicionales de ese partido.