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Amistades insumisas
El hombre Y estaba en el centro comercial husmeando en uno de los pasillos del departamento de niños cuando el hombre X, amigo de hace muchos años del hombre Y, pasó a paso lento por el costado izquierdo. Cuando la mujer del hombre Y vino para decirle que entraría a los probadores, el hombre Y aprovechó para informarle: hace unos minutos me pasó por un lado el hijo de perra de Sánchez Arriaga, me vio y se hizo pendejo para no saludarme. La mujer le contestó: no hagas caso, gordo. Dirás bien, replicó el hombre Y. Cuando, por otro lado, el hombre X alcanzó a su mujer en uno de los pasillos del departamento de mujeres, el hombre X aprovechó para decirle: hace unos minutos me encontré en el departamento de niños al hijo de perra de Zamora Prieto, me vio y se hizo pendejo para no saludarme. La mujer le contestó: no hagas caso, gordo. Dirás bien, replicó el hombre X. Se dio la media vuelta y se fue por donde vino. |