El peligro de la noche
Kostas Steriópoulos
Nadie sabe qué esconden tantas casas silenciosas,
inmóviles como estatuas,
cuando empieza a caer la noche
y en los jardines muere la primavera.
Casas silenciosas como estatuas
y estatuas cerradas como casas.
Las habitan almas,
se escucha que se mueven fantasmas
y el aire trae un olor a rosas muertas.
Rostros que brillan en la luz
o que pasando adivinas en la oscuridad,
y dejan una conmoción profunda.
No quieres más, no puedes.
Noche venenosa, sin fondo,
llena de destellos y fosforescencias.
Con exhalaciones de flores y hierbas,
sonambulismos y murmullos de hojas.
El peligro no es el peligro.
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Kostas Steriópoulos (Atenas, 1920), estudió literatura en la Universidad de Atenas (1954) y obtuvo el doctorado en la Universidad de Salónica (1972). Durante la Guerra civil (1946-1949) sirvió durante tres años como criptógrafo en Tracia y Macedonia. Maestro de Literatura e Historia del arte, fue nombrado lector en Literatura griega moderna en la Universidad de Atenas, puesto que perdió durante la dictadura de los coroneles (1967-1974). Sin embargo, a la caída de la dictadura, fue nombrado profesor de literatura neohelénica en la Universidad de Ioánnina. Autor de nueve libros de poesía, obtuvo el Segundo Premio Estatal de Poesía en 1960 y su obra ha sido traducida al sueco, polaco, rumano y búlgaro. El poema que presentamos está tomado de Poemas I. 1944-1965 , Atenas, Ediciones Nefeli, 1988. Versión de Francisco Torres Córdova |