Portada
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Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Para verte en silencio
FEDERICO DE LA VEGA
El ángel y el pegaso
FRANCISCO JOSÉ CRUZ GONZÁLEZ
Me acuesto con mi ego, bien a solas
DANTE MEDINA
Fuego a la carta
JESÚS VICENTE GARCÍA
Miniserie Scherezada
JAIRO ISRAEL MORENO
El acompañante
GUSTAVO OGARRIO
Vivir en silencio
SIHARA NUÑO
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ROBERTO GARZA ITURBIDE
El atentado
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Mercedes Iturbe
FERNANDO GONZÁLEZ GORTÁZAR
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Artes Visuales
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Germaine Gómez Haro
Arte en Cartagena
Recientemente se llevó a cabo en Cartagena de Indias el IV Congreso Internacional de la Lengua Española, magno evento que congregó alrededor de mil 200 participantes con el propósito de reflexionar en torno a nuestro idioma. En el marco de esta edición, se organizó un programa de exposiciones que reunió artistas de España y América, convocados a realizar trabajos a partir del lenguaje y la palabra. Siguiendo el tema central del Congreso –Presente y Futuro de la Lengua Española. Unidad en la Diversidad– se desarrollaron muy diversas propuestas plásticas y conceptuales, desplegadas en museos, plazas y fachadas del hermoso centro histórico cartagenés.
La muestra más interesante fue la colectiva titulada Cart(ajena) integrada por dieciséis jóvenes creadores que abordaron temas relacionados con los valores asociados a la lengua, las posibilidades y límites comunicativos del lenguaje, los peligros y avatares de la traducción y, tópico y tribulación central que percibí como punto de intersección entre las diversas propuestas, la importancia de preservar el lenguaje culto y el coloquial como bastiones de la identidad cultural.
Entre la algarabía y la alharaca de propios y extraños en las calles de la ciudad, los transeúntes se topaban con intervenciones urbanas divertidas y sugerentes como la fachada del Palacio de la Gobernación, de cuyos arcos colgaba una enorme cadena elaborada con distintas prendas formando la palabra Civilización, obra de la española Ester Partegás quien reflexiona sobre la dialéctica entre civilización y barbarie con piezas de escala distorsionada que remiten a lo absurdo. Los colombianos Rafael Ortiz y Wilger Sotelo recopilaron una serie de expresiones de uso común en el lenguaje popular cartagenero, las diagramaron siguiendo el patrón del diccionario y las pintaron en grandes paneles que fueron colocados, a manera de anuncios comerciales, en diferentes muros de la ciudad, con el fin de hacer un llamado a la dignificación del lenguaje callejero a menudo desdeñado.
Desde una perspectiva más plástica y poética, la bogotana Johanna Calle tomó como pretexto la ornamentación mudéjar que prevalece en mansiones y edificios de la ciudad como símbolo de la opulencia colonial, para realizar una serie de dibujos en tinta china sobe papel, elaborados a partir de frases y palabras pintadas con una delicadeza extrema a manera de finas líneas que conforman diferentes diseños de celosías árabes. En este mismo espacio –el Palacio de la Inquisición que ostenta la portada barroca más espectacular de Cartagena, hoy Museo Histórico– fue muy grato encontrar una obra singular de Pablo Helguera, representante mexicano en este proyecto. Helguera se dio a la tarea de grabar sonidos y entrevistas en el barrio popular de Getsemaní, con el objetivo de plantear una suerte de utópico "museo de voces" como medio para preservar las lenguas que están en vía de extinción. Helguera grabó textos, canciones, poemas y leyendas en cilindros de cera por medio de un fonógrafo –aparato, también, en extinción– y los colocó en una instalación interactiva. La obra de Helguera me pareció una de las más originales y propositivas, y cabe mencionar que actualmente presenta una muestra individual en el DF, en la Galería Enrique Guerrero.
El Congreso de la Lengua Española tuvo como celebración paralela el Homenaje a Gabriel García Márquez, el colombiano universal que ha sido tema de inspiración de músicos, poetas y artistas visuales de todas las corrientes y tendencias. Entre las diferentes exposiciones que se organizaron en honor al gran Gabo –fotografía, ilustraciones de sus obras, carpetas gráficas, etcétera– el Museo de Arte Moderno presentó En homenaje a Gabito
La vieja guardia de los años 50, con la participación de tres pintores fundacionales y fundamentales del arte colombiano moderno –Cecilia Porras (1920-1972), Alejandro Obregón (1920-1992) y Enrique Grau (920-2004)– quienes, desde sus mocedades, tejieron una amistad cercana con el escritor a partir del memorable grupo La Cueva de Barranquilla, que vinculó a la incipiente generación de creadores que abrieron la brecha de la modernidad colombiana.
La lengua castellana es nuestra patria común y nos une en la diversidad, concluyeron los panelistas. El arte y la lengua, binomio complementario, son vehículos de comunicación, forman parte de nuestra profunda identidad y son el reducto último de nuestra libertad. Preservar y defender estos bienes contribuye a salvaguardar nuestra tradición cultural, en un mundo cada vez más deshumanizado y despersonalizado.
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