Jueves 4 de septiembre de 2025, p. 12
Cuatro meses después de la entrada en vigor de los lineamientos que regulan los productos ultraprocesados y bebidas azucaradas en las escuelas, organizaciones sociales afirmaron que hay “avances positivos” en los hábitos alimenticios de los niños, niñas y adolescentes (NNA), pues incrementaron el consumo de agua simple, frutas y verduras y tienen un conocimiento del daño que provocan los productos chatarra.
En el marco del regreso a clases, Alianza por la Salud, El Poder del Consumidor y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) presentaron los resultados de la encuesta nacional sobre alimentación escolar dirigida a madres y padres de familia sobre la percepción y aplicación de esta medida, en donde poco más de 60 por ciento consideró que sus hijos beben más agua simple y comen más frutas y verduras en comparación de antes de la aplicación de los lineamientos.
También, aseguraron, están conscientes de los daños a la salud que provocan los productos chatarra; 56 por ciento compra menos de estos productos y 59 por ciento prepara alimentos más saludables en sus hogares. En cuanto a la venta de ultraprocesados fuera de las escuelas, 70 por ciento consideró que deben regularse.
Otros estimaron que deben incluirse bebederos de agua potable en los planteles, pues 56 por ciento dijeron que no hay dispensado-res en los centros educativos de sus hijos.
En México, 36.5 por ciento de niños y 40.4 de adolescentes padecen obesidad y sobrepeso, condición que podría aumentar las enfermedades no transmisibles en esta población. Debido a lo anterior, regular los entornos escolares mediante políticas públicas en favor de la salud de la niñez contribuirá a reducir esta tendencia, aseguró Liliana Ferré, de Unicef México.
Las organizaciones coincidieron en que esta política pública tiene “avances positivos” para mejorar ambientes alimentarios y priorizar la salud en infancias y juventudes, a diferencia de programas pasados. A la vez, propusieron poner en marcha un sistema de vigilancia continúa para garantizar el “buen funcionamiento” de los lineamientos en un futuro.
Para Viviana Pérez Jiménez, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) México, regular el consumo de productos ultraprocesados en los planteles es “un paso firme para la protección de la salud y el bienestar integral de los NNA”, pues las escuelas son espacios estratégicos para fomentar entornos saludables y cambios de hábitos en la alimentación en favor del bienestar integral de los niños e influir en la familia como en la comunidad.