Rumbo al colapso: nueve presidentes fallidos
Brzezinski acepta el G-3 de EU/Rusia/China
para reordenar el caos global
Revuelta en Brasil
Cárcel de Lisboa, remanso para perros
La otra mujer
Ni de cocacola… ¡gracias a Dios!
Ante el gasolinazo, villamelonazos y su pobre concepto de tauromaquia
Pros y antis, compasivos falsos
xtendidas por prácticamente todos los estados de la República, las manifestaciones de rechazo al alza de las gasolinas constituyen, en esencia, una muestra de disconformidad ciudadana con los lineamientos de política económica que sigue a rajatabla el gobierno nacional. Pese al intento de algunos funcionarios por hacer del repudio un episodio puntual, acotado, reducido sólo a la impugnación de un aumento en concreto, las protestas –cuyo lema central es, efectivamente, el no
al gasolinazo– cuestionan el derrotero económico impuesto por las autoridades hacendarias, especialmente gravoso para la mayoría de la población. El descontento que desde el anuncio de los aumentos se muestra en calles, casetas y carreteras tiene un carácter eminentemente social, que no puede ser desvirtuado por los sospechosos actos de vandalismo que en varios casos se han intercalado con las marchas, plantones y bloqueos, y representa una expresión legítima de censura a un modelo de país marcado por la desigualdad.
Lucha obrera aniquilada
l recordarse el aniversario 110 de los mártires del 7 de enero de 1907, precursores de la Revolución, los ideales y logros alcanzados con su sacrificio han sido aniquilados y la industria textil exterminada; este día de unidad obrera pasa ahora desapercibido por los gobernantes en turno, sólo usan su memoria como pasarela política, pisoteando los ideales.
ué hubieran hecho ustedes? No es pregunta vacua, sino confesión de impotencia retórica que angustia más, mucho más, que la escalada de sobreprecios que el gobierno ha desatado en su frenética defensa de una estabilidad inexistente. Sin estabilidad social y cohesión política (y al revés) no hay economía que funcione, y es desde esta ecuación elemental que los no presidentes podríamos responder al presidente Enrique Peña: primero la estabilidad social, que es inconcebible sin una mínima cohesión; después la política, que es inimaginable sin un mínimo consenso, y luego, si se puede, algo como esa estabilidad económica que le han contado sus economistas y que en rigor no existe ni en los malos libros de texto en que estos sabios dicen haber abrevado.
l Museo de Arte Popular presenta la exposición de dos artistas eximios de la comarca tonalteca, quizá la más rica y prolífica en artesanos y artistas de calidad universal: el taller del maestro Candelario Medrano, de San Martín de las Huertas, y el maestro Ángel Santos, de Tonalá, en plena producción y creación artística.
n el artículo del viernes 6, antier, mostramos que los funcionarios sí son culpables de los aumentos de precios de la gasolina y otros productos, incluso de primera necesidad. Lo que fue el final de este artículo y la importancia de soluciones a ése y otros problemas trataremos de desarrollarlo ahora.
l país está convulsionado por el alza de la gasolina, la electricidad y el gas y asustado ante el derrumbe del peso y el aumento de la carestía de la vida. En un año los salarios y los ahorros perdieron un tercio de su valor frente al dólar, porque desde la comida hasta el combustible de los mexicanos son importados y pagados en esa moneda. Además, mientras se suceden los cortes de carreteras y los saqueos, Enrique Peña Nieto nombra secretario de Relaciones Exteriores a quien invitó a Donald Trump para que amenazase e insultase a México en México, agachándose así aún más ante el nazi gringo.
esde hace 15 meses la industria estadunidense registra crecimientos negativos. En virtud de ello el alto nivel de producción industrial logrado por la impresionante recuperación de mediados de 2009 a mediados de 2015, no ha superado el similarmente alto nivel de finales de 2007. Justo antes de la debacle. Sí, se trata de un impresionante periodo de más de 70 meses. Primero con crecimientos menos negativos hasta enero de 2010. Y luego con crecimientos positivos hasta mediados de 2015. Pero –lástima– prácticamente los nuevos niveles de producción industrial no han superado los de finales de 2007.
acer predicciones en el corto plazo es la más traicionera de las actividades. Normalmente trato de no hacerlas. En cambio, trato de analizar lo que está ocurriendo en términos de la larga duración de su historia y las probables consecuencias en el mediano plazo. No obstante, esta vez he decidido hacer predicciones de corto plazo por una simple razón. Me parece que todo mundo, en todas partes, está enfocado al momento en lo que ocurrirá en este corto plazo. No parece haber otro objeto de interés. La ansiedad está al máximo y necesitamos lidiar con ella. Déjenme comenzar diciendo que pienso que 95 por ciento de políticas que emprenderá Donald Trump en su primer año en el cargo serán absolutamente terribles, peor de lo que anticipamos. Esto puede constatarse en las designaciones de cargos importantes que ya anunció. Al mismo tiempo, es muy probable que se meta en problemas importantes.
n diversas ocasiones he expresado mi pesar porque en México solemos hacer magníficas obras urbanas, arquitectónicas y artísticas, se inauguran y no se les da mantenimiento. Al poco tiempo comienzan a deteriorarse: fuentes sin agua, jardines secos, muros descarapelados, sistemas interactivos en museos y sitios públicos inservibles, luminarias fundidas y podríamos continuar interminablemente.
o que quiero contar aquí sucedió en una librería hace años, pero el accidente, por mínimo que hubiera sido, para mí habría de tener consecuencias tan graves y permanentes, que me sigue perturbando.