Electores pobres, elegidos ricos
En Apple llueven los dólares
Panistas no quieren que el SAT los investigue
Justicia caída
Mampara indicativa
El estadístico MAO
Sigue Rogelio Ortega
Cae el ingreso petrolero
Erario: mayor boquete
¿Otro recorte en puerta?
Campañas por el fuero
Reforma política del DF
Ahora, la prisa en el Senado
¿La ciudad en prenda?
Las recetas de Socorro
Los rumberos de nacimiento
yer, en el acto de presentación del informe sobre justicia cotidiana en México que elaboró el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el presidente Enrique Peña Nieto reconoció que la mayoría de la población está excluida de la justicia en sus vertientes civil, laboral, mercantil y administrativa, en las que los procesos son excluyentes, lentos, complejos y costosos, lo que genera espacios de ilegalidad e impunidad, de corrupción y abuso
. Y agregó: La justicia cotidiana está hoy rezagada y, hay que reconocerlo, olvidada y, en muchos de los casos, rebasada
.
Estrenos de Hollywood, pasarela de refritos
o era necesario que La Jornada de enmedio del pasado domingo 26 anunciara con bombo, platillo y a todo color (en la portadilla y en la página 7a) la próxima temporada de estrenos del cine de Hollywood. Es una pasarela de refritos (segundos intentos, nuevas versiones, películas derivadas y franquicias, las llaman) que tomarán por asalto y ocuparán las pantallas mexicanas gracias al TLC que le sambutieron a México y a los mexicanos.
n un acto sin precedente, el 9 de agosto de 1974, el presidente estadunidense Richard Nixon renunció a su cargo, tras dos años de una investigación periodística en que se develó una operación ilegal, orquestada por el presidente y varios colaboradores cercanos para realizar espionaje al Partido Demócrata. Al menos siete funcionarios o colaboradores fueron acusados y sentenciados por conspiración, robo, espionaje telefónico y violación de leyes federales. Este caso, conocido como Watergate, cimbró al mundo, pero también puso a prueba y fortaleció la democracia estadunidense. Dos periodistas del Washington Post, en nombre de la decencia ciudadana, lograron destituir al presidente de la mayor potencia del mundo. El ejemplo quedó grabado para siempre en el libro de la democracia.
omo parte de su lucha de la memoria contra el olvido, los padres de los 43 jóvenes de Ayotzinapa desaparecidos y los estudiantes de la normal rural han desplegado estas últimas semanas una vigorosa e intensa campaña internacional. El 16 de marzo comenzaron una gira durante 45 días por más de 40 ciudades de Estados Unidos; entre el 12 de abril y el 2 de mayo cruzaran Canadá de oeste a este, y el 16 de abril una comitiva partió a Europa para recorrer en poco más de un mes 13 países.
os liberales decimonónicos mexicanos eran liberales en el espacio social de lo político, pero eran antiliberales en la dimensión de lo económico. Parece una contradicción flagrante del pensamiento; pero es un producto racional histórico en los hechos. Sentían fascinación por las instituciones de la democracia liberal, el sufragio (aún restringido), la división de poderes, la majestad
de la ley. Pero eran conscientes de que los países industrialmente avanzados habían progresado, cada uno con su propia versión del liberalismo, tras los altos muros antiliberales del proteccionismo. Salvando las distancias, habían sido iguales que los liberales decimonónicos mexicanos. Éstos tenían sus razones. Partían de condiciones diferentes que sus antecesores europeos y estadunidenses, simplemente porque esos avanzados ya existían. Los intentos de crear una democracia política caminaba de la mano con la gradual formación de una idea de mexicanidad; era una democracia
sin ciudadanos. A veces, los conservadores ganaban. Al tiempo, México era un semipaís de parias. Los liberales a medias –como todos en su momento– anhelaban el desarrollo que veían en quienes habían tomado la delantera. Querían una clase media próspera y amplia. De modo que eran proteccionistas. La competencia externa habría destruido fácilmente las nacientes industrias o las que quisieran crearse.
na de las enseñanzas del filósofo chino Confucio fue sobre la definición de un buen gobierno, el cual destaca la importancia de proveer a los gobernados lo suficiente para comer, en tener soldados para guardar el Estado y en saber ganar la confianza del pueblo. Y si una debiera sacrificarse, ¿cuál sería? –los soldados–. Y si uno de los dos restantes debiera sacrificarse, ¿cuál sería? –la comida–. Ya que desde el principio de los tiempos los hombres han tenido que morir, pero sin la confianza del pueblo, ningún gobierno puede sostenerse en el poder.
e acuerdo con información publicada ayer en La Jornada, el gobierno federal se ha gastado ya más de 5 mil millones de pesos sólo en las gestiones previas al inicio de la construcción del nuevo aeropuerto anunciado por Peña el 1º de septiembre del año pasado. La suma (5 mil 283 millones 83 mil 372.61 pesos, para ser exactos) está destinada a pagar servicios de asesoría técnica y capacitación para el programa de mano de obra campesina, contratación de testigo social, así como diversos servicios para diseño y arquitectura, la gerencia del proyecto o el proyecto de pistas, plataforma y rodajes
, en su mayor parte a empresas extranjeras (http://is.gd/5hBzVl).
n la víspera del próximo proceso electoral, del que surgirán nuevos servidores públicos de distintos rangos, desde gobernadores hasta jefes delegacionales, no han faltado las trampas e irregularidades cometidas por candidatos, partidos políticos e incluso cines. El Partido Verde, por ejemplo, ya acumula 188 millones de pesos por concepto de multas. ¿Adónde irá a parar ese dinero? La respuesta la ha dado el Poder Legislativo: Los recursos económicos producto de estas sanciones serán destinados a la ciencia.
o mantuve la asidua cercanía que otras personas llevaron con el curador y arquitecto Carlos Ashida, pero puedo decir que estuve entre las primeras que no sólo aceptó sino auspició plenamente curadurías suyas durante mi gestión en el Museo de Arte Moderno (MAM), como directora, en una época en la que no existía base presupuestal para realizar curadurías, pues se suponía que ese era trabajo intrínseco al museo.