Nada (aún) sobre los 43
Los Abarca, a escena
Reducir a lo ‘‘municipal’’
Iztapalapa, clave electoral
Los contactos de Abarca
Ruiz Sacristán propuesto en la bolsa
Cobros locos con la IAVE
Gran Bretaña acusa a Google, Facebook, Twitter y Microsoft de ayudar a los terroristas yihadistas
Economía, otra vez
EPN en su laberinto
El crudo cae a 74.09 dólares por barril
Nuestros muertos
a madrugada de ayer, la Policía Federal anunció la captura del ex alcalde de Iguala José Luis Abarca Velázquez y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, en una casa paupérrima del barrio de Santa María Aztahuacán, en la delegación Iztapalapa. Por la tarde, el procurador Jesús Murillo Karam y el comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, dieron a conocer algunos pormenores de la pesquisa que permitió localizar a la pareja y a una tercera persona, Noemí Berumen, detenida en otro domicilio y acusada de encubrir a Abarca y a su cónyuge.
Condenan desaparición de los alumnos de Ayotzinapa
osotros, académicos investigadores de 18 universidades de la región latinoamericana, reunidos en el grupo de trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) sobre subjetividades políticas, deseamos manifestar nuestra enérgica condena al secuestro de 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, Guerrero, a más de un mes de su desaparición. Nos unimos al dolor e indignación de un México desgarrado por estos hechos y a la demanda de la sociedad internacional para que sean pronto devueltos al seno de sus familias.
esde 1946 hasta 2014, la violencia del régimen priísta le ha pegado a todos cuantos protestan y se ha repartido entre todos los sectores populares: obreros, maestros, precaristas y colonos pobres, estudiantes y clases medias fueron reprimidos cada vez que alzaron la voz. Pero sin duda, fueron los pobres del campo y los indígenas quienes resintieron y resienten con mayor crudeza la violencia del Estado.
uando los problemas mutados en crisis atosigan a un gobierno mal parado en el interior de su propio país, retozar por el mundo se aparece como atractiva salida. Los compromisos adquiridos por el gobierno de Peña Nieto para acudir a sendas reuniones en el Pacífico asiático, que incluyen la visita de Estado a China, tuvieron que replantearse a la luz del atorado presente nacional. Al grupo de consejeros cupulares se le impuso la necesidad de sopesar la conveniencia del plan original. En la balanza cayeron, por un lado, el generalizado descontento con marcados ribetes de conflicto y, en el otro costado, el deleite, bastante personalizado, por el ceremonial y las interacciones externas. El cuidado puesto durante los pasados dos años en cultivar una imagen del Presidente como jugador estelar
quedó apresado en el rejuego de inesperados factores negativos.
a democracia con adjetivos transita caminos novedosos en América Latina. Nunca aconteció algo igual. Identifiquémosla: socialista, bolivariana, ciudadana, plurinacional, populista, progresista… ¿Interesa debatir cuál sería la más avanzada
, o subrayar que todas se impusieron en las urnas, impulsando proyectos de transformación social que van dejando atrás épocas menos afortunadas?
l teólogo español José Ignacio González Faus ha reproducido una conversación privada en la que el Papa le pide a un obispo amigo su apoyo, expresando: Reza por mí; la derecha eclesial me está despellejando. Me acusan de desacralizar el papado
. Ello refleja la extrema tensión y abierta lucha entre el Papa y un grupo cada vez más nutrido de prelados conservadores. Finalmente, González Faus celebra la desacralización del papado, porque Francisco en realidad lo está cristianizando, un cargo de servicio, quitando el oropel y el confort, para abrirse con humildad a la comunidad universal.
n 2001 Alan Greenspan explicó los factores que según él habían permitido a Estados Unidos sortear los peligros de la inflación, volatilidad y crisis desde 1970. Para el entonces presidente de la Reserva federal, los factores clave fueron la política monetaria y, además, ¡la buena suerte! Lo de la política monetaria es debatible pero, sin lugar a dudas, parece que la buena suerte se acabó hace mucho.