Medidas del gobierno, dirigidas a mantener privilegios de la elite
Domingo 8 de junio de 2014, p. 20
Madrid, 7 de junio.
Luis García Montero es uno de los poetas españoles más reconocidos por el valor de su literatura, pero también por sus años de catedrático y profundas convicciones republicanas. Así lo demostró al acudir puntual a la concentración en favor del referendo en la Puerta del Sol, donde habló con La Jornada.
–¿Qué le parece este movimiento emergente en favor de la tercera república?
–Creo que la situación política española tiene mucho que ver con la crisis económica, con las medidas que ha tomado el gobierno, que no han estado dirigidas a solucionar los problemas de los ciudadanos, sino a mantener los privilegios de la elite económica y de los bancos. Eso ha creado una distancia grande entre la política oficial y la ciudadanía. La España real. Y es así donde entra la ilusión republicana. Es ahí donde de pronto se ha visto que hay una política de palacio protagonizada por los dos partidos en turno en años recientes en torno a la monarquía –el Partido Popular y el Partido Socialista– y un movimiento que quiere dar una alternativa republicana, pero que va más allá.
–¿Le sorprende la intensidad del espíritu republicano, con este colorido en las plazas y estas marchas tan multitudinarias?
–Está claro que es un espíritu muy vivo. Y es así porque es la recuperación de una memoria histórica de luchadores por la democracia, la denuncia de lo que ha sido la historia de España bajo el franquismo y, por otra parte, porque el sentimiento republicano se encarna con los problemas de la gente. La viveza del sentimiento republicano es porque la gente está viviendo en condiciones de pobreza, porque se está abriendo una desigualdad cada vez más grande entre las élites y la población, porque los salarios están muy degradados y todo eso es la consecuencia de una política oficial que es muy lejana y de ahí que se identifiquen con la república.
Además, todo esto se junta con la enfermedad del rey Juan Carlos, con los casos de corrupción en la familia real, con la aparición de Corinna. En fin, un cúmulo de cosas que han precipitado la sucesión del príncipe.
–¿Cree posible y viable una tercera república?
–Es posible. Además, hay que tomarlo con toda naturalidad. La situación española es democrática. Aquí ya no estamos condenados a matarnos unos a otros y sin griterío ninguno.