Slim se queja
Más favores a Televisa
Pesos pesados
Morena reitera: en el DF, solo
Cuestión de números
Quieren una Internet sin libertad de crítica
Hervor de corrupción en la línea 12 del Metro
Solicitan que Fox ‘‘reunifique’’ a las dos Coreas
Petróleo y galimatías
Banca, minería, crudo
¿Para quién el pastel?
Falta de agua, gran problema para la zona metropolitana de Guadalajara
Inseguridad en la periferia
El crimen, al acecho del DF
Escudo Centro, la vacuna
Tlaxcala hace mil años
pesar del optimismo –si no es que triunfalismo anticipado– que rezuma el discurso oficial y el tratamiento informativo novedoso, los fenómenos del auge delictivo, la inseguridad y la violencia no han variado en el país en forma significativa entre el sexenio pasado y la presente administración: las ejecuciones siguen ocurriendo por decenas cada día, y extensas regiones del territorio nacional permanecen en la zozobra y el acoso de organizaciones criminales. Para no ir más lejos, ayer se informó que en Matamoros, Tamaulipas, las balaceras y los bloqueos viales alcanzaron tal intensidad que la alcaldesa, Leticia Salazar, pidió a la población tomar las debidas precauciones
y el secretario de Desarrollo Social de la entidad, Homero de la Garza Tamez, suspendió una gira de trabajo que tenía programada en esa localidad.
Anomalías en el Colegio de Posgraduados, denuncia
l Colegio de Posgraduados, dependiente de la Sagarpa, actualmente está envuelto en casos de corrupción, desacato de autoridad, violaciones al reglamento académico y discriminación, lo que ha evitado que muchos estudiantes de posgrado puedan concluir sus estudios, truncando la formación de recursos humanos que requiere nuestro país y en los cuales se han invertido impuestos.
i, como señalan diversos organismos internacionales (Unesco, OCDE, TI, PNUD, HRW, etcétera), México se clasifica entre los países más atrasados en materia de lectura, matemáticas y ciencias, y a la vez ocupa los primeros lugares en términos de corrupción, desigualdad, violencia y criminalidad, a nadie debiera asombrar el altísimo porcentaje de deserción escolar que registra nuestro desdichado país.
os festejos por los 100 años del nacimiento de Octavo Paz se han convertido en una gran operación de Estado. Cada ceremonia gubernamental para convertirlo en prócer de la patria cava una fosa hacia sus potenciales lectores. Cada discurso oficial pronunciado lo aleja de los jóvenes. Cada iniciativa por convertirlo en una fría estatua de mármol conduce inevitablemente a que se pierda la calidez de una obra intensa y viva.
l fin de la historia y el ultimo hombre (1992) veía la caía de la URSS así, en medio del júbilo de occidentales (y orientales): terminarían las ideologías, gobernaría al mundo globalizado la economía, en el marco de la democracia liberal: el fin de la historia. Sólo teníamos que esperar a que la ciencia nos acarreara bienes sin fin para siempre.
n la semana que pasó este autor tuvo oportunidad de participar en varios encuentros y de dialogar con diferentes sectores sociales: estudiantes, profesores, investigadores, ciudadanos de a pie, jóvenes militantes. En todos ellos surgió una pregunta, casi un reclamo: ¿Y las ciudades? Por diversas razones la mayoría de las experiencias y proyectos ecopolíticos exitosos y que han mostrado una cierta permanencia se encuentran en las zonas y poblados rurales. Estos proyectos se han construido ahí donde los pueblos, resistiendo y remontando situaciones de crisis o amenazas a su existencia, se han organizado para transitar hacia modelos de contracorriente ligados a la producción y/o los servicios.
icen que a últimas fechas anda de pleito con el padre (o padrino) político, el usurpador pionero que le enseñó los trucos requeridos para llegar al cargo a contrapelo de la voluntad ciudadana mayoritaria y para afianzarse en la silla, una vez alcanzada, mediante golpes publicitarios y judiciales, cooptación de opositores facilones, exhibición de músculo, desinformación masiva y reclamo de lealtades cupulares. Culminada esa fase, dicen, se esfuerza en consolidar su propio grupo político a escala nacional y en apartar del camino a posibles rivales de la conducción transexenal.
no de los mayores beneficios que pueden derivarse de la lectura de un libro es que permite el examen de las nociones propias acerca del tema que trata. Al mismo tiempo, las ideas de los diferentes autores nos permiten asomarnos a nuevos escenarios de los cuales surgen elementos novedosos que nos conducen a niveles distintos en nuestras propias construcciones acerca de las cosas. Es así que se establece ese lazo invisible entre lectores y autores, que en condiciones privilegiadas como la presente* pueden transformarse en un diálogo directo y abierto.