Número 151
Jueves 5 de febrero
de 2009


Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

De inquisidor a besador de Guanajuato

Don Eduardo Romero Hicks se ha inmortalizado por su pretensión de prohibir los “besos olímpicos” en la ciudad de Guanajuato. Miembro de una ilustre y piadosa familia política, el edil panista fue abandonado a su suerte por su partido en su intención de castigar con arrestos de hasta 36 horas y multas de mil 500 pesos a quienes incurran en “tocamientos obscenos”.
El gobernador Juan Manuel Oliva —otro piadoso caballero azul que suele encabezar las procesiones al Cristo Rey del cerro del Cubilete— amenazó con no publicar el reglamento en el periódico oficial del estado, antes de que el propio Romero Hicks revocara la polémica norma.

Por lo pronto en Internet ya circula la cumbia Ahí viene Eduardo, en la que se hace mofa del atribulado munícipe: “Un presidente panista sufrió un cambio de color/ al ver a un par de chamacos dándose un agarrón/ llegaron los policías y esposados trasladaron/ pidieron ver a sus padres pero un cura les mandaron”, dice una de las estrofas.

En homenaje a don Eduardo, y en sintonía con su intención de hacer de Guanajuato la “capital del beso” (como anunció después del escándalo) lo presentamos aquí recibiendo un “beso de gratitud”, uno de los que ya no estarán prohibidos en la ciudad del Bajío.

S U B I R