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Directora General: CARMEN LIRA SAADE Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER Domingo 10 de febrero de 2008 Num: 675 |
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Bazar de asombros La memoria y guerra Fernando Leal Audirac, Fandangos de la Leer Columnas: |
MARÍA ANTONIETA, LA PRINCESA MODERNAANDREA RIVERA VILLEGAS
La mañana del 19 de agosto de 1785 ocurrió en el palacio de Versalles la detención del cardenal Louis René Édouard de Rohan, Limosnero Mayor de Francia. Ostentando el cargo religioso más importante de la corte, Rohan fue acusado de fraude al no saldar el monto de un collar de diamantes, subsidiado, supuestamente, para María Antonieta, reina de Francia. Este hecho no sólo confirmó la mala fama de la reina, su frivolidad, su pasión por el baile, los sombreros pomposos y las joyas: más allá de la leyenda negra alrededor de la voluntariosa y desobediente María Antonieta, a quien apodaban “la princesa moderna”, el odio desatado entre los franceses hacia ella y aquel juicio convertido eventualmente en el proceso judicial “más célebre” de la Francia del siglo XVIII, fueron el preámbulo de la Revolución francesa. De su libro Amantes y reinas. El poder de las mujeres (FCE, 2005), una suerte de epopeya femenina acaecida durante el Antiguo Régimen francés, la historiadora italiana Benedetta Craveri (Roma, 1942) rescata la anécdota del escándalo suscitado por la “compra-venta” de un collar de diamantes que nunca llegó a manos del cardenal ni a las de aquella reina sedienta de lujo. Porque no era un collar cualquiera, sino un pectoral de 647 diamantes “escogidos entre los más grandes, más bellos y más puros nunca vistos, una joya única en el mundo”. Este episodio histórico, refiere Craveri, ha inspirado a novelistas, dramaturgos, ensayistas, historiadores y eruditos. “Entre tantos escritores célebres, hay que mencionar al menos a Goethe, Carlyle, Lernet-Holenia y Alejandro Dumas.” Pero ¿por qué un escándalo de vil estafa despertaría tanta fascinación? Según la autora, este banal caso se transformó en un hecho sin precedentes, “que arrastró por el fango la reputación de la reina y con ella el prestigio de la corona”. En un volumen de apenas 95 páginas, Craveri arma un thriller en cuya trama se ciernen los elementos de un proceso judicial que debilitó a Francia y mantuvo a Europa a la expectativa de una resolución a la que dieron seguimiento (de agosto de 1785 a mayo de 1786) al menos cien mil personas. Fue, además, el primer proceso público de Francia. Los magistrados más jóvenes y progresistas no desaprovecharon la oportunidad de enjuiciar la conducta irresponsable de la reina, su incumplimiento al protocolo real y sus frecuentes escapadas a París en calidad de incógnita para divertise. No desaprovecharían tampoco el odio que desde hacía años el pueblo francés manifestaba a esta reina descendiente de la casa de Austria, antigua enemiga de Francia. Todo esto devino en pieza clave para derrocar a la monarquía francesa, denunciar la corrupción de las clases altas y augurar la inminente llegada de la Revolución. Aunque la condena de María Antonieta hasta cierto punto resulta injusta a la vista de sus biógrafos, que constataron en ella un cambio de actitud al dar a luz a sus hijos, nada impidió su traslado a la Plaza de la Guillotina la mañana del 16 de octubre de 1793.
Este es el producto más reciente de la pluma incansable, bien informada e insustituible, por lo que toca a la crítica de cine, de alguien que se ha dedicado a compartir el producto de sus reflexiones valiéndose de una generosidad atípica en el medio cinematográfico. Este ensayo histórico-analítico es, desde su aparición, material indispensable de consulta para todo aquel interesado no sólo en conocer la figura de David Silva, sino también en comprender una amplia franja de lo que ha sido el cine mexicano.
Con un breve y elocuente prólogo de Alberto Chimal abre esta reunión de jóvenes cuentistas, dos de cuyas divisas narrativas se indican con claridad en el título de una antología rica en matices e intensidades. Para decirlo con Chimal, “a Avilés, Bucio, Candás, De Pablos, Escalona, Fernández Águila, Galmiche, García, González y Layna les importa, primero, decir lo que deben decir, y luego –si alguna vez-- el acuerdo con los estudios de mercado y las ‘expectativas' de su medio”.
Por el poemario Rescoldos, aquí antologado, la autora recibió en 1987 el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino. Al año siguiente ganó el V Concurso Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa por En cada cicatriz cabe la vida, también antologado. El volumen incluye una muestra de su trabajo poético hasta llegar a los últimos poemas “casi inéditos”.
Columnista sobre temas culturales en La Voz de Michoacán y autor del libro de relatos Violeta intermitente, publicado a sus entonces escasos veintidós años, Espinosa Magaña ofrece aquí una colección de relatos que “ofrecen al lector una prosa fluida, en ocasiones irónica y desesperanzada”. Editorialmente, el volumen representa la continuidad del ya largo esfuerzo de Tierra Adentro por dar a conocer a los nuevos autores mexicanos. |
