Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 10 de febrero de 2008 Num: 675

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

La memoria y guerra
del agua

VILMA FUENTES Entrevista exclusiva con DANIELLE MITTERRAND

Fernando Leal Audirac,
un hombre pentafásico

SERGIO FERNÁNDEZ

Dos poetas

Fandangos de la
lengua española

RICARDO BADA

Leer

Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

Cabezalcubo
JORGE MOCH

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA


Directorio
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Felipe Garrido

Celos

Ruth era feroz. O la hicieron feroz los celos. Pero lo descubrí tarde, cuando ya habían pasado muchos meses. Ella sabía cuánto había yo amado a María; todos lo sabían; no había forma de negarlo ni de olvidarlo ni de disimularlo –aunque yo nunca hablara de ella y guardé sus fotografías y dejé de usar la ropa que ella me había comprado. Ahora que estábamos casados, Ruth fue envenenándose poco a poco. Comenzó por exigir que no hubiera nada en la casa que pudiera recordar a María. No es que me lo dijera; ella se encargó de hacerlo. Un día la sorprendí cuando quebraba, minuciosamente, un juego de copas. –No me gustan –me dijo. Muebles, cuadros, cortinas... pintó la casa con saña, buscando colores que borraran su antiguo aspecto. Taló el liquidámbar porque creyó que ella lo había plantado. A veces me despertaba frenética: –¡Estás soñando con ella! –me gritaba. De nada servía negarlo; de nada servía recordarle que seis años antes María había muerto.