Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Recuerdo de papa Hemingway
ALEJANDRO MICHELENA
El universo según Penrose
CARLOS ALFIERI entrevista con ROGER PENROSE
Un fiasco con Hegel
EVODIO ESCALANTE
Guernica
(carta abierta a George Steer)
RICARDO BADA
Leer
Columnas:
Jornada de Poesía
JUAN DOMINGO ARGUELLES
Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA
Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA
Cinexcusas
LUIS TOVAR
La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA
Cabezalcubo
JORGE MOCH
Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO
A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR
Directorio
Núm. anteriores
[email protected]
|
|
El superterrorista confiesa todo:
El lenguaje de la guerra son las víctimas (II Y ÚLTIMA)
AÑOS FORMATIVOS Y RECREATIVOS
Khalid Sheik Mohammed (KSM) comenzó su carrera de militante fundamentalista cuando se ofreció como voluntario para combatir a los rusos en Afganistán en 1987. En esa lucha perdió a dos hermanos. En su misión piadosa se unió a Abdul Rasul Sayyaf, uno de los líderes afganos con más vínculos reconocidos con la cia y los sauditas. En 1992 emigró a Qatar, donde se benefició de la protección de personalidades prominentes de esa nación, como el ministro del interior y miembro de la familia real, Abdallah bin Khalid al-Thani. De acuerdo con varios recuentos, desde ahí planeó y financió varios ataques. La cia aparentemente sabía de su paradero, pero a pesar de ser sospechoso del primer ataque al wtc, nadie lo fue a buscar. En esos años viajó y peleó en Bosnia. En 1994 vivió en Filipinas, donde se volvió un prolífico planeador de atentados irrealizables y de delirios criminales fantásticos que probablemente terminaron materializándose en los aviones secuestrados del 11 de septiembre del 2001. Curiosamente, este fanático religioso llevaba en Filipinas un estilo de vida extravagante, escandaloso, promiscuo, excesivo y caro. Algo similar a lo que hacía Mohammed Atta en Florida. Varios recuentos señalan que KSM dio muchas señales de lo que preparaba, en particular sobre la utilización de aviones como armas, pero la cia lo ignoró. Para un perfil más completo ver:
httpp://www.cooperativeresearch.org/entity.jsp?entity=khalid_shaikh_mohameed
BARRERAS LINGÜÍSTICAS
La mencionada trascripción desclasificada, de veintiséis páginas, de la audiencia de KSM ante el tribunal de revisión del status del combatiente ilegal, resulta en el mejor de los casos extremadamente confusa. KSM estudió en 1983 en Chowan College, un colegio bautista en Murfreesboro, Carolina del norte, y más tarde pasó a la Universidad estatal de agricultura y técnica de Carolina de norte, donde se graduó en ingeniería mecánica en 1986. No obstante, el inglés de KSM es pobre y apenas comprensible, lo cual no lo favoreció ante el anónimo tribunal que se ocupó de su caso en Guantánamo. Quizás este prisionero sufrió en sus años de cautiverio un deterioro intelectual como el que padeció otro cautivo famoso, José Padilla, quien tras su encierro en solitario ha sido dictaminado incompetente para ser juzgado debido al estado mental que le produjo el maltrato de sus captores. De no ser así, parece muy extraño que este cosmopolita criminal digno de una película de James Bond hable inglés como un vendedor de tapetes. Un ejemplo de una declaración de KSM (traducida con la mayor fidelidad posible): "Yo le dije que yo lo conocía, sí. Hay y están. Ni siquiera usted me lo enseña. Esto yo no lo conozco a él nunca lo conocí para nada. Por tanto, desclasificado que es tanto clasificado y desclasificado por tanto esto es usted lo conoce usted no lo conoce." Esto podría ser un texto altamente codificado o de plano poesía simbolista. La transcripción que fue hecha pública está editada e incompleta (muchas partes siguen estando clasificadas), pero nos ofrece una singular perspectiva de los desvaríos de KSM ante el tribunal militar.
SER O NO SER COMBATIENTE ENEMIGO
Este tribunal sólo tenía como misión determinar si la designación que dio el presidente Bush a KSM de combatiente enemigo era apropiada.
htpp://www.globalresearch.ca/index.php?context=viewArtcle&code=
KUP20070315&articleId=5087.
Como no se trataba de un juicio en ningún sentido convencional, todo era altamente irregular. KSM tenía a su lado a un "representante personal", un teniente coronel de la fuerza aérea, ya que no tuvo derecho de contar con un abogado, y los dos testigos que el prisionero solicitó para que declararan fueron rechazados. Cuando el presidente del tribunal le preguntó acerca del tratamiento de que fue objeto a manos de agentes estadunidenses, su respuesta fue cautelosamente "redactada". Lo único que sobrevivió en la transcripción del recuento de sus suplicios fue: "Sí. Al principio cuando me transfirieron
." Pero también declaró que ante este tribunal no estaba bajo presión o amenazas. Dijo ser miembro de Al Qaeda y juró fidelidad a Osama bin Laden. Pero también señaló que no estaba contento porque 3 mil personas habían muerto el 11 de septiembre de 2001. En su enfebrecida declaración, reconoció ser un combatiente enemigo, en el mismo sentido en que George Washington lo hubiera sido para las tropas de la corona británica. KSM pidió a los estadunidenses ser cuidadosos porque han cometido muchos abusos en su cacería de terroristas. Independientemente de que KSM sea culpable de lo que se le acusa o de lo que él alardea haber hecho, una sola frase debe ser rescatada de su declaración: "la muerte es el lenguaje de la guerra".
|