Miércoles 22 de octubre de 2025, p. 29
El nivel de agua de las lluvias en más de 300 comunidades de la región del Golfo de México hace 12 días, sí se preveía extremo y “fue brutalmente alto”, porque es de los fenómenos climáticos que no suelen ocurrir con frecuencia.
La previsión de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) “era poner alertas rojas por todos lados”, aseguró Arturo Quintanar, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Sí se advirtió que sería un evento muy intenso. Otra cosa es cómo responden las autoridades frente a ello”, comentó en entrevista con este diario.
Después de analizar la catástrofe que dejó ese fenómeno pluvial, aclaró que en este momento no es posible atribuirlo al cambio climático, no es algo que por default se pueda afirmar. Se tienen que establecer modelos y hacer comparaciones para encontrar el origen y confirmarlo.
Además, dijo, hay que considerar el estado del suelo y de la vegetación, porque el cambio demográfico ha empujado a las poblaciones a asentarse en lugares donde no deberían hacerlo.
“Las lluvias fueron bastante extremas en el sentido de que rebasan no solamente una cantidad de agua en determinado número de horas, sino que fue un suceso de los que ocurren en uno por ciento de los eventos más altos”, apuntó.
Insistió en que los pronósticos de la misma Conagua advirtieron que del 9 al 11 de octubre, la tormenta tropical Raymond, en combinación con el aporte de humedad de una zona de baja presión sobre el Golfo de México, ocasionaría lluvias extremas que superarían la climatología de octubre, porque ocupan un rango altísimo.
El especialista del grupo de Hidroclimatología Tropical de la UNAM afirmó que se sabía que habría precipitaciones muy intensas y cuando la Conagua advirtió del suceso, las autoridades de los tres órdenes de gobierno tendrían que coordinarse para establecer las alertas que van a emitir en cada localidad.
El investigador de la universidad nacional señaló que uno de los lados más altos en Veracruz es la localidad de Macedonia Alonso, donde se estimó que ahí la lluvia sería de 540 milímetros entre el 7 y 10 de octubre, “lo cual es brutalmente alto” y fue predicho correctamente.
El problema, consideró Arturo Quintanar, es que los expertos pronostican y hacen las alertas, perola decisión corre a cargo de otra autoridad y “a veces ésta depende de la percepción del riesgo que tengan”, y eso puede hacer la diferencia, pero tampoco se tiene la certeza de cuándo va a ser catastrófico.
Subrayó que tampoco debe olvidarse que “deforestamos, y al final de cuentas estamos cambiando la interacción que hay entre la atmósfera y el suelo, el cual tiene mucha memoria”.
Sin embargo, apuntó, la pregunta es saber si en un próximo evento de esta magnitud, estaremos preparados y si el gobierno federal y los estatales tendrán suficiente capacidad para prevenir estas catástrofes. “Debemos pensar en la prevención”.
El gran error, estimó, es que no se hizo caso a los boletines de la Conagua, porque la predicción estaba en rangos adecuados, pero no se le dio la importancia que tenían.