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Tras infarto de médula espinal, joven inicia rehabilitación con traje especial
 
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de julio de 2025, p. 12

Un infarto en la médula espinal –ocurre uno en un millón de habitantes– provocó que Erick Mendoza dejara de caminar de manera instantánea. Me agaché para desconectar la computadora, sentí un dolor en la espalda baja y a las pocas horas ya no pude moverme. Mis piernas perdieron fuerza.

El joven de 33 años estuvo seis meses sin levantarse; con fisioterapia logró ponerse de pie, pero no se podía desplazar. En su afán por recuperarse, buscó información en Internet y encontró que en Europa existía un traje que por medio de un software proporciona neuroestimulación a través de la piel y resuelve problemas como el suyo.

Supo que también lo había en México y lo buscó. Se trata de una terapia de neuroestimulación eléctrica que se administra a través de la piel con un traje de cuerpo completo, el cual utiliza 58 electrodos para estimular 88 músculos individuales afectados. Los nodos eléctricos se activan a través de un programa de computadora, con base en las necesidades de cada individuo.

Desde hace tres años, la empresa Ottobock inició los trámites ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y hace un par de meses obtuvo el registro sanitario para Exopulse Mollii, con lo cual el equipo ya está disponible en el mercado.

Fue desarrollado en Suecia, en 2010, por el fisioterapeuta Fredrik Lundqvist. Hasta ahora, lo han utilizado 24 pacientes en México, en etapa de prueba. Uno de ellos es Erick. Desde la primera vez sentí mejoría, los músculos relajados y la posibilidad de empezar a dar unos cuantos pasos. Ayer se colocó el traje por tercera vez durante una hora y al término pudo desplazarse con ayuda de muletas por más de 100 metros.

Durante el lanzamiento del producto en México, primero en América Latina, Juan Manuel Guevara, especialista en medicina física y rehabilitación y asesor clínico de Ottobock, informó que el equipo funciona de coadyuvante en el tratamiento de enfermedades como esclerosis múltiple, parálisis cerebral, accidente cerebrovascular, fibromialgia y artritis reumatoide, entre otros males neurológicos que afecten la movilidad y/o generen movimientos involuntarios.

Además del relajamiento muscular, alivia el dolor causado por estos padecimientos. El experto subrayó que el dispositivo es un complemento de las terapias de rehabilitación, con el beneficio de que los pacientes desde dos años de edad, pueden tenerlo en casa. De esa manera disminuyen los costos de traslado y las clínicas pueden disponer de espacio para recibir a más enfermos.

La lesión de Erick ocurrió en mayo de 2024, por seis meses no pudo moverse. Su mamá, Lidia Olvera, recordó lo que ha pasado con su hijo, quien había sido una persona sana y de pronto no pudo moverse. Su papá lo cargaba para todos lados y ahora que el dispositivo ya está disponible en el país, confía en que Erick podrá iniciar una terapia formal, es decir, dos veces por semana durante una hora en cada sesión, y así mejorar su calidad de vida.