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El Papa de los excluidos

Lloramos porque ya lo extrañamos mucho

Argentinos despiden a Francisco en la emblemática Plaza de Mayo

Codo con codo, mujeres elegantes y vecinos de barriada se agolpan para escuchar la misa en honor al pontífice

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▲ Miles acudieron ayer a la misa exequial del Papa en Buenos Aires, su ciudad natal, el día de su funeral en el Vaticano. No terminamos de comprender su liderazgo mundial, dijo el arzobispo Jorge García Cuerva.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de abril de 2025, p. 4

Buenos Aires. Los argentinos despidieron al papa Francisco ayer con una multitudinaria misa al aire libre en la histórica Plaza de Mayo, en pleno centro de Buenos Aires, frente a la catedral donde se desempeñaba como arzobispo antes de ser electo pontífice, en marzo de 2013.

Pantallas gigantes y ornamentaciones de recuerdos resaltaron la figura de Jorge Mario Bergoglio, hijo de migrantes italianos nacido en Buenos Aires en 1936, quien marcó la historia en defensa de los pobres como primer papa latinoamericano.

Destacó la presencia de jóvenes y familias, dos sectores a los que el pontífice llegó insistentemente con mensajes alentadores. Además, codo con codo se agolparon contra un vallado mujeres de elegante vestimenta, vecinos de barriadas marginales, miembros de la comunidad LGTBIQ+ y militantes de organizaciones izquierdistas.

A muchos de los jóvenes que estábamos alejados de la Iglesia, el legado de Francisco nos acercó (...) Hoy creímos muy importante poder acompañar, estar acá desde el pueblo argentino. Francisco es actualmente la persona más importante de nuestra patria y queremos hacer este pequeño homenaje en su nombre, dijo Daniela Wenceslao, de 26 años.

En la madrugada del país sudamericano, la atención se centró en el Vaticano, donde se realizó la misa exequial tras la muerte del jerarca católico, el lunes a los 88 años, después de luchar durante meses contra una neumonía bilateral.

Fotos del Papa, flores blancas con banderas argentinas y papales se destacaron en la soleada jornada porteña, donde desde un altar montado en la Plaza de Mayo, el actual arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, brindó la homilía ante miles de fieles.

No terminamos de comprender ni de dimensionar su liderazgo mundial; lloramos porque ya lo extrañamos mucho (...) Lloramos a Francisco, lo hacemos desde lo más profundo del corazón, sin vergüenza, enfatizó García Cuerva con tono de emoción y al borde del llanto.

Luego se hizo una caravana en torno a la plaza a modo de abrazo simbólico por el legado papal, y a continuación una dinámica peregrinación por diferentes lugares de la popular ciudad, donde la pobreza domina la escena.

Hubo asistentes que pasaron la lluviosa noche anterior en los alrededores para ocupar los primeros lugares, epicentro que permaneció cercado varias cuadras alrededor desde el mismo viernes.

Sara Ortega, una elegante boliviana que reside en Buenos Aires, tomó un tren y luego el Metro en horas tempranas de la mañana para encontrar un lugar desde donde ver cómodamente la ceremonia.

Este Papa es lo más cercano que yo vi a Jesús. En Latinoamérica nos habló siempre de la unidad. No importa al credo al que pertenezcas o tu pensamiento político, él quiere que estemos todos unidos, señaló.

En este contexto, San Lorenzo de Almagro honró también a Francisco, quien fue un reconocido simpatizante del club, con varias acciones, entre la que se incluyó el uso de una camiseta especial por sus futbolistas en el partido ante Rosario Central en el torneo Apertura argentino. El pontífice se hizo fanático del Ciclón por influencia de su padre.

Las camisetas de los jugadores azulgranas portaron un parche a la altura del pecho con una imagen en la que se ve a Jorge Mario Bergoglio sonriente y con su vestidura de Pontífice, acompañada de la frase Juntos por la Eternidad.

En el estadio Nuevo Gasómetro se mezclaron los colores azul y rojo, que identifican a San Lorenzo, con el amarillo y el blanco de la bandera del Vaticano, presentes en humo, cintas y telones, que además incluyeron el rostro de Bergoglio.