Jueves 7 de marzo de 2024, p. 12
La ingesta de alcohol en las comunidades indígenas es un asunto de salud pública con poca atención y medidas para contener sus efectos, coincidieron los especialistas, Luis Alfonso Berruecos Villalobos, Guillermina Natera y María Elena Medina Mora, en los conversatorios Diálogos sobre el alcohol: del consumo a la violencia, en la Facultad de Sicología de la UNAM.
Destacaron que no se debe estigmatizar a las poblaciones indígenas e indicaron entre las principales consecuencias del consumo problemático de alcohol en este sector se encuentran afectaciones a la salud mental y la violencia familiar.
Pero no sólo eso, dijeron que este problema es también consecuencia de una condición de rezago social en las comunidades indígenas que se atribuye a intereses económicos, políticos y culturales.
Recordaron que los principales puntos de contacto para iniciar un consumo problemático de alcohol son las fiestas patronales y religiosas, en las que las restricciones son mínimas, e incluso se incentiva, en grupos que normalmente no consumen, como mujeres y menores.
Añadieron que para atender y prevenir dicho abuso de consumo es necesario poner especial énfasis en la prevención y en la educación, además de la creación de políticas públicas que fortalezcan su regulación.
Por otra parte, las especialistas Martha Romero, investigadora del Instituto Nacional de Siquiatría; Raquel Mondragón y Alejandra López, ambas profesoras en la Facultad de Sicología de la UNAM, así como Claudia Benítez, directora ejecutiva para una Vida Libre de Violencia de la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México, hablaron sobre que el consumo de alcohol tiene un efecto desinhibidor que disminuye el control de impulsos lo que puede llevar a realizar acciones violentas de una forma directa.
Manifestaron que la violencia está impactando en edades más jóvenes, lo que demuestra que los mandatos patriarcales siguen fuertemente arraigados. Incuso, según estudios, la mayoría de los actos violentos ocurrieron cuando el hombre se encontraba intoxicado por alcohol.
Apuntaron que las mujeres refirieron que comenzaron el consumo de alcohol cuando tuvieron una relación de pareja y que se tiene la hipótesis de que la ingesta puede darse para enfrentar la situación de estrés que tienen durante la relación. Asimismo, uno de los primeros actos de violencia hacia las mujeres es cortar sus relaciones personales con familiares y amistades, dejándolas sin redes de apoyo.
Se ha detectado que hay grupos de mujeres más violentados que otros, por ejemplo, 60 por ciento de quienes tienen una relación de pareja sin estar casadas sufren más agresiones que aquellas que son casadas, viudas o divorciadas.