Judicaturas sin comunicación
La reciente absolución en el Estado de México de un hombre acusado de abuso sexual en contra de una menor plantea la necesidad de que los representantes de los poderes judiciales (ministros, jueces y magistrados) cuenten con mecanismos adecuados para comunicar a la ciudadanía el contenido y alcance de sus resoluciones. Según fuentes de la judicatura de Edomex, en su explicación a la madre de la menor víctima del abuso, el juez de la causa implicó haber estado cierto de la acción delictiva, pero absolvió por tecnicismos legales. La importancia de comunicar no es menor. El titular del ejecutivo federal lo ha demostrado todo el sexenio haciendo de sus conferencias verdaderas guías de la nota nacional, pero las judicaturas no actúan así. La muy larga tradición de opacidad, de que las sentencias hablen por sí solas
ha quedado atrás. Hoy, el periodismo ha dejado de ser la única fuente de información. Hoy las redes sociales han modificado la percepción ciudadana. Una nota o un video oportuno puede acabar con una carrera política o forzar la investigación de un magistrado con la suspensión respectiva. Los periódicos virtuales tienen más lectores que los impresos. En tiempo real se puede ver lo sucedido en un juzgado o en África. Y las judicaturas mexicanas siguen ateniéndose a la cobertura de los medios, como si los reporteros tuvieran la capacidad de explicar el contenido de las sentencias, cuando generalmente no tienen acceso a las mismas; además de no ser especialistas. Las judicaturas emiten comunicados o cuentan con boletines virtuales que apenas dan explicación de las resoluciones judiciales. Ni siquiera la transmisión de las sesiones del Pleno de la Suprema Corte sirven para explicar el contenido y alcance de sus sentencias; en el mejor de los casos, entretiene ver el debate técnico, si lo hay.