Transportistas concesionados de la Ruta 57 –la que más quejas de usuarios acumula, así como incidentes de tránsito desde 2021– protestaron ayer afuera de la Secretaría de Movilidad (Semovi) por los operativos realizados por las autoridades capitalinas, tras el incremento a la tarifa autorizada la semana pasada.

En respuesta, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, advirtió que la única manera de que no haya suspensión de unidades es que se pongan en orden. Tienen que cumplir, así de sencillo, dijo la titular del Ejecutivo local, en referencia al acuerdo que se estableció para mejorar el servicio.

Semovi detalló que esta ruta ha registrado 17 hechos y tiene 339 de los 340 denuncias que se han reportado a través del Sistema Unificado de Atención Ciudadana, por lo que se realizó un operativo específico para garantizar la seguridad de las y los usuarios, quienes se quejan de que los operadores manejan a exceso de velocidad, compiten por el pasaje, bloquean calles con sus unidades, además de verse involucrados en grescas y conducir bajo los efectos del alcohol.

En el operativo, que se realizó al margen de los realizados desde el 15 de junio, 16 unidades fueron remitidas a depósitos vehiculares y dos conductores fueron detenidos a través del alcoholímetro por manejar en estado de ebriedad.

Los quejosos señalaron que en los operativos ha habido abusos que les han provocado pérdidas, al dejarlos sin sus unidades, con argumentos absurdos que no están dentro de los 10 puntos del acuerdo con las autoridades, por lo que interpusieron quejas ante la Comisión de Derechos Humanos local.

Gabino Ortega, representante de la ruta, dijo que los persiguen como si fueran delincuentes, tras asegurar que la mayoría de los vehículos han sido remitidos por la falta de la tarjeta de circulación, pero aunque presentaron acta de extravío y el pago, fueron ingresados al depósito.

Las autoridades han revisado 3 mil 310 unidades, de las cuales 272 han sido sancionadas, 11 de ellas con remisiones a depósitos vehiculares.