Buenos Aires

Centenares de personas desfilaron este martes ante el féretro de Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, fallecida a los 94 años sin poder encontrar a su nieta, Clara Anahí, secuestrada durante la pasada dictadura cuando tenía sólo tres meses de nacida, mientras cerca del velatorio en La Plata, provincia de Buenos Aires, la policía reprimió brutalmente a los trabajadores del Astillero Río Santiago, que intenta cerrar el gobierno de Mauricio Macri, con saldo de varios heridos y detenidos.

Era visible el dolor ante la pérdida de María Isabel Chorobik de Mariani, a quien se identificaba como Chicha porque era muy querida por todos los sectores de la sociedad. El 24 de noviembre de 1976, en un operativo del ejército y la policía de la provincia de Buenos Aires, en la Plata, se bombardeó una casa donde estaba, entre otros militantes, Diana Teruggi, madre de Clara Anahí, quien tenía tres meses y a la que se vio salir en brazos de sus secuestradores. Desde entonces Teruggi está desaparecida y el padre de la niña, Daniel Mariani, fue asesinado al año siguiente. El 12 de agosto pasado Clara Anahí cumplió 42 años, pero nunca se la ha podido encontrar, aunque existen muchas dudas porque se pensaba que podía ser una bebé que adoptó ilegalmente en plena dictadura (1976-1983) la ya fallecida Ernestina Herrera de Noble, directora del diario Clarín.

El bombardeo estuvo a cargo del general Ramón Camps, uno de los mayores represores de la dictadura, y del comisario Miguel Etchecolatz, condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad y enviado por el gobierno de Macri a prisión domiciliaria en un lugar donde viven muchas de sus víctimas.

En su comunicado las Abuelas de Plaza de Mayo recordaron la lucha incansable de Mariani durante los 42 años en que buscó a su nieta. “Querida Chicha, la seguiremos buscando, junto a todos los nietos y nietas que faltan”.

También la despidieron nietas y nietos recuperados, Adolfo Pérez Esquivel, personalidades de derechos humanos y del mundo de la política, entre ellos varios legisladores.

En tanto, durante la represión a los manifestantes del Astillero Río Santiago, donde la policía lanzó gas lacrimógeno y disparó cientos de balas de goma, un patrullero embistió a uno de los trabajadores, a quien estando tirado patearon en el rostro, por lo cual la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) declaró un paro de 24 horas para este miércoles, a lo que se han unido otros sindicatos de la provincia de Buenos Aires.

La cantidad de policías enviados sorprendió, y los dirigentes recordaron además que la gobernadora María Eugenia Vidal mandó a un contingente policial para ser entrenados en Israel, en los territorios ocupados, donde se reprime al pueblo palestino. A la decena de golpeados se suman cinco manifestantes detenidos por resistencia a la autoridad y daños calificados.

Los trabajadores del astillero, altamente especializados, habían ofrecido proyectos, entre ellos para la construcción de lanchas artilladas, pero fueron compradas por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pagando precios altísimos, a Israel.

El hecho de que el mismo Macri dijera que habría que dinamitar ese astillero puso en alerta a los más de 3 mil trabajadores, que tuvieron el apoyo del pueblo de Ensenada, ciudad de la provincia de Buenos Aires con larga historia de lucha social.