Michael Cohen se entrega a la FBI
Doble golpe al mandatario de EU; Manafort, otro allegado, fue declarado culpable de fraude
Miércoles 22 de agosto de 2018, p. 24
Nueva York
En uno de los peores días para el presidente Donald Trump, su ex abogado personal y operador, además de declararse culpable de varios tipos de fraude, inculpó al magnate de ordenar el pago para comprar el silencio de dos mujeres con las que tuvo aventuras sexuales para prevenir daños a su campaña electoral, al mismo tiempo que, en otro proceso judicial, su ex jefe de campaña fue declarado culpable de fraude y evasión fiscal.
En Nueva York, Michael Cohen, ex abogado personal de Trump, quien funcionó como su operador discreto en varios asuntos personales y de negocio delicados durante más de una década y que hasta hace algunas semanas afirmaba que mantendría la lealtad a su jefe hasta las últimas consecuencias, concluyó este martes un acuerdo con fiscales federales, se entregó a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), y esta tarde se presentó con sus abogados ante un tribunal en esta ciudad declarándose culpable de ocho violaciones a las leyes bancarias y evasión de impuestos.
Pero lo más explosivo para la Casa Blanca fue que también declaró que violó leyes de financiamiento de campañas al operar pagos para silenciar a dos mujeres antes de la elección de 2016 por instrucciones expresas del entonces candidato Trump.
Cohen declaró ante el tribunal que en coordinación con y bajo la dirección de un candidato a un puesto federal
él y un jefe de una empresa de medios obraron durante el verano de 2016 para evitar que una persona revelara información que podría dañar al candidato, y que en coordinación
con ese mismo candidato hizo un pago a otra persona. “Participé en esta conducta… con el propósito principal de influir la elección”, afirmó, aceptando que eso es un delito.
Aunque no mencionó nombres, nadie duda que el candidato
era Trump, y que las dos mujeres son la estrella de cine pornográfico Stormy Daniels y la ex modelo de Playboy Karen McDougal; ambas han afirmado que tuvieron relaciones sexuales con Trump hace unos 10 años, algo que el ahora presidente ha negado repetidamente.
Daniels recibió un pago de Cohen por 130 mil dólares en octubre de 2016, a cambio de un acuerdo para guardar silencio sobre su relación; McDougal recibió 150 mil de AMI por derechos exclusivos a información sobre su relación sexual, pero fue suprimido por el medio (el dueño es aliado de Trump).
El acuerdo de Cohen con los fiscales federales en Nueva York aparentemente no incluyó su cooperación en otros casos, como las investigaciones sobre el presidente y su entorno, encabezadas por Robert Mueller (este caso no fue investigado por el fiscal especial, pero fue iniciado en parte por su recomendación con base en información captada por sus investigadores). Pero quedó claro que su caracterización de los pagos y su trabajo para el candidato
implican directamente a Trump en transacciones que este martes fueron calificadas de violatorias de las leyes de financiamiento de campañas.
Cohen optó por declararse culpable al enfrentar una investigación durante los meses recientes sobre sus negocios con cargos potenciales que implicaban penas de más de 12 años de cárcel, y negoció a cambio de su declaración de culpa una condena reducida a un máximo de aproximadamente cinco años (aunque podría ser aún menos, en caso de que llegue a un acuerdo para cooperar con la investigación de Mueller).
El abogado personal del presidente, Rudy Giuliani, difundió un comunicado en el cual afirma que no hay alegatos de ningún acto indebido contra el presidente en los casos del gobierno contra Cohen
, e intentó descalificarlo al afirmar que ha quedado demostrado que el ex abogado actuó con engaños y mentiras.
Poco más tarde, en un tribunal en Virginia, Paul Manafort, ex presidente de la campaña electoral de Trump, fue declarado culpable por un jurado de ocho de los 18 cargos de fraude bancario y fiscal que enfrentaba por ocultar millones de dólares en cuentas en el extranjero y engañar a bancos para conseguir préstamos multimillonarios. Enfrenta una condena potencial hasta de 80 años en prisión.
Mucho del negocio de asesoría política internacional de Manafort bajo escrutinio en su juicio fue realizado antes de que llegara a la campaña de Trump, pero algunas de las maniobras financieras que intentó ocultar se realizaron mientras era estratega y después jefe de la campaña del ahora presidente, entre marzo y agosto de 2016.
Aunque los cargos no están relacionados directamente con Trump, éste fue el primer juicio que resulta de la investigación del fiscal especial Robert Mueller, el cual se enfoca sobre una posible colusión de la campaña de Trump y otros tipos de intervención rusa en las elecciones de 2016. Por tanto, el veredicto de este martes fue una victoria importante para el fiscal especial, tanto en el terreno legal como en el ámbito político, donde ha sido atacado por Trump cada vez con más intensidad por conducir lo que llama el presidente una cacería de brujas
en su contra.
Al enterarse del veredicto, Trump declaró ante periodistas que se sentía mal
por su ex jefe de campaña, pero agregó: el caso no tiene que ver conmigo
. Continuando su ataque contra la investigación de Mueller, insistió en que el caso “no tiene nada que ver con una colusión rusa… Esto es una desgracia”.
Cohen y Manafort son dos de un total de cinco estadunidenses del entorno de Trump que se han visto obligados a aceptar su culpabilidad o ser formalmente acusados de delitos desde que Trump llegó a la Casa Blanca. Los otros son el ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, el ex subjefe de campaña Rick Gates y un ex asesor de política exterior.
Más aún, la investigación de Mueller ha resultado, hasta la fecha, en acusaciones formales contra 32 personas y tres empresas en Estados Unidos y Rusia.
Manafort enfrenta un segundo juicio en septiembre sobre otros cargos criminales presentados por el fiscal especial, incluyendo obstrucción de justicia y conspiración para lavado de dinero.
De pilón
En un caso separado, un gran jurado emitió cargos contra el representante federal republicano Duncan Hunter y su esposa por emplear fondos de campaña para gastos personales, incluyendo tratamientos dentales, boletos de cine, cenas de lujo y vacaciones. Hunter fue el segundo legislador federal republicano en apoyar la campaña presidencial de Trump. El primero, Chris Collins, fue acusado de uso ilegal de información privilegiada hace apenas dos semanas.