Managua

Policías y presuntos paramilitares retiraron ayer a punta de disparos algunos tranques (barricadas) de manifestantes antigubernamentales en las ciudades nicaragüenses de La Trinidad y Jinotepe, reportaron varios defensores de derechos humanos y miembros de la Iglesia católica.

Los ataques, que dejaron varios heridos, fueron simultáneos y contaron con la participación de centenares de agentes y civiles encapuchados armados con escopetas y rifles de asalto, confirmó Salvador Marenco, miembro del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.

En el ataque en Jinotepe, 50 kilómetros al sur de esta capital, participaron unos 150 policías antimotines y paramilitares enviados a la localidad a bordo de 14 camionetas. Ahí se reportaron tres heridos. Marenco advirtió que unos 50 hombres armados patrullan la ciudad en motocicletas, mientras francotiradores ocuparon la azotea de la Policía Nacional local.

Por la tarde tres personas fueron secuestradas por paramilitares, informó el diario La Prensa en su portal.

Otra embestida fue contra un retén de estudiantes y campesinos situado a la entrada de La Trinidad. ubicada en la provincia de Estelí, unos 130 kilómetros al norte de Managua– sobre la Carretera Panamericana que comunica al país con el resto de Centroamérica.

Un grupo de cuatro sacerdotes católicos fueron interceptados por cinco civiles encapuchados poco antes de llegar al lugar del enfrentamiento, indicó el cura Eugenio Rodríguez. Los religiosos acudían a calmar una balacera entre manifestantes, policías y paramilitares.

En este contexto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos instaló el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes para investigar la violencia y las muertes en las protestas.