Miércoles 4 de julio de 2018, p. 26
Río de Janeiro
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), preso desde abril, divulgó ayer una carta en la que confiesa que perdió la fe en la justicia brasileña y no cree que se repare el daño causado hasta la fecha.
Si hubiera imparcialidad y seriedad en mi juicio, el proceso no necesitaría miles de páginas; bastaba mostrar un documento que probara que soy propietario de tal inmueble en Guarujá; todo esto me lleva a creer que ya no existen razones para creer que se hará justicia
, expresó Lula en una misiva leída por Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), en una reunión de la formación política.
El líder de la izquierda brasileña fue condenado a 12 años y un mes de prisión tras ser declarado culpable, sin pruebas, de haber recibido de manos de la constructora OAS un departamento de lujo en la costa de Guarujá, en Sao Paulo, como forma de soborno.
En la carta, Lula critica las recientes maniobras
del Tribunal Supremo Federal para rechazar las peticiones de libertad preventiva que presentaron sus abogados.
Citó especialmente el hecho de que el magistrado Edson Fachin (encargado de los casos relacionados con la operación Lavado Rápido) canceló a última hora la sesión prevista para el 26 de junio, en que los jueces iban a evaluar la petición de libertad.
Para Lula esa acción evitó que el llamado segundo grupo
del Supremo Tribunal concediera el habeas corpus (petición para evaluar la legalidad de una condena), ya que según el ex presidente es de todos conocido
que en ese grupo de jueces la posición mayoritaria era favorable a su libertad.
Lo que veo ahora, en el comportamiento público de algunos jueces, es la mera reproducción de lo que pasó en la primera y segunda instancia
de mi condena, lamentó Lula.
El ex líder metalúrgico considera que tanto el juez Sérgio Moro (primera instancia) como el tribunal regional federal de la cuarta región (segunda) lo condenaron sin pruebas.
Para Lula se saltaron la legalidad guiados por el miedo
a los medios de comunicación, especialmente de la cadena Globo, a quien el ex mandatario atribuye la persecución mediática de la que se considera víctima.
En su mensaje Lula confirma que no da marcha atrás y que sigue siendo candidato del PT a la elección presidencial de octubre, al seguir como favorito en todas las encuestas.