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¿La inteligencia artificial
liquidará al capitalismo?
Crisis venezolana
Salarios de hambre
Ferry, nuevo y accesible atractivo de NY
Una jaula y dos ratones
Urge mayor equilibrio entre toro y torero, advertía el matador Manolo Espinosa Armillita
n uno de sus reportes más recientes, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) –institución del Tecnológico de Monterrey que periódicamente lleva a cabo escrupulosos análisis y estudios en materia económica y financiera– pronostica que la economía de México no superará 2 por ciento de crecimiento, mientras más de la mitad de la población que trabaja lo haga en la informalidad.
Quiero un presidente (a) que nos gane por humildad
uiero un presidente (a) que nos gane por humildad. Que sepa que el encargo es un principio con un fin. Un presidente que sepa diferenciar entre crecimiento económico, en ecosistemas limitados, con el desarrollo humano, ese sí ilimitado. Que tenga en mente a toda hora lo efímero del poder y la eterna responsabilidad con la vida.
n las próximas elecciones presidenciales, como siempre, los que no voten superarán probablemente 35-40 por ciento del patrón a pesar de que esta vez un sector cuantioso de la población espera que Diosa Fortuna permita la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador.
os hemos basado en nuestro pasado económico para plantear el crecimiento a alcanzar. Durante 42 años, hasta 1982, el crecimiento de la economía nacional fue de 6.3 por ciento anual. Los reaccionarios que han gobernado el país desde entonces se han fijado del orden de 2 por ciento, y el crecimiento promedio medido en estos últimos años ha sido de 2.3 por ciento. En el sexenio de De la Madrid, hubo dos años, 1983 y 1986, con bajas de más de 3 por ciento en cada uno. Y luego hubo otros años peores, 1995 con una baja de 5.3 o 6.3 por ciento, según la fuente, y 1995 con baja de 6.3 por ciento.
o: no se trata de volver atrás. Los tiempos del presidencialismo autoritario y sus derivadas en el arbitraje supremo de la política y las grandes decisiones en la economía ya pasaron. Mas esta constatación, que muchos convirtieron en mantra, no nos resuelve muchos de los dilemas que tenemos que dilucidar para encontrar la salida del laberinto político y económico en que estamos.
eso de la una y media de la mañana del martes, primero de mayo, uno de los marcos de la moderna arquitectura brasileña, un edificio de 24 pisos instalado en mediados de los años 60 junto a una plaza en el centro de Sao Paulo, que en la época todavía guardaba resquicios de elegancia, se desplomó de manera espectacular. En pocos minutos la estructura otrora elegante, de columnas de acero e inmensos ventanales de vidrio, se transformó en ruinas amontonadas y humeantes.
l 23 de abril de 2018 marca el 50 aniversario del levantamiento estudiantil en la Universidad de Columbia, en 1968. Dado que estuve involucrado en los eventos, en varias capacidades, quiero ofrecer un testimonio de lo que ocurrió y de lo que hoy me parece son las lecciones más importantes que podemos extraer.
n el siglo XVIII, en un amplio predio frente a la Alameda Central se edificó un hospicio para pobres que funcionó hasta 1906. En 1927 fue demolido para construir la Inspección General de Policía y la Central de Bomberos.
unque hay de coincidencias a coincidencias, para quienes las advertimos y reaccionamos de lleno ante ellas no hay diferencia, todas nos asombran y todas nos emocionan, y algunas incluso nos hacen reír o llorar, o reír y llorar. Por reales, por inexplicables. Porque son más fuertes que la razón y hasta que la voluntad. Y porque lo que sentimos ante ellas no se puede expresar en palabras, así de sencillo. Son como una doble naturaleza nuestra que, de tanto en tanto, imprevisiblemente, se nos presenta. Nos da una palmadita en el hombro con la que simplemente parece querer decirnos: Aquí estoy, a tu lado
, una sorpresa menor o mayor, siempre inesperada, siempre, al final, bienvenida. A veces son claras, a veces son elaboradas, pero son presencias permanentes que de algún modo a mí me hacen sentir que no estoy sola y que estoy en una continua, ininterrumpida, relación con los demás.
sla de perros (Isle of Dogs, 2018), noveno largometraje del estadunidense Wes Anderson (Los excéntricos Tenebaum, 2001; Viaje a Djarjeeling, 2007), es una delirante cinta de animación en stop motion (cuadro por cuadro) ambientada en un futuro próximo, en la ficticia ciudad japonesa de Megasaki, donde Kobayashi, un líder autoritario, manifiesta una aversión enfermiza contra los perros. Estigmatizada la raza canina, desde los especímenes callejeros hasta las mascotas más inofensivas, por padecer una misteriosa gripe incurable y letal que les derriba las defensas y vuelve su conducta agresiva y rabiosa, a los perros infectados se les exilia y confina en una mísera isla de desperdicios del territorio japonés. En ese lugar, el abandono y el hambre extrema los transformará en bestias aún más violentas enfrentadas entre sí y organizadas en clanes rivales en un desesperado afán de supervivencia, fantasía futurista protagonizada por los mejores amigos del hombre convertidos ya, por la enorme traición de este último, en una jauría salvaje.