La comisión permanente del Partido Acción Nacional (PAN) manifestó ayer su rechazo al pase automático del actual procurador general de la República a fiscal general y exigió que quien llegue a ese cargo y al de fiscal anticorrupción, garanticen capacidad técnica y solvencia moral, así como autonomía, imparcialidad e independencia de las instituciones frente al gobierno y a los partidos políticos. Una hora después de fijar esta posición, el dirigente nacional, Ricardo Anaya, dijo que recibió amenazas de que le armarían un escándalo sobre un supuesto enriquecimiento ilícito de su familia. A quienes le mandaron estos mensaje vía el teléfono de su secretario particular, Anaya les señaló que no está solo, que esta es la posición de millones de mexicanos que quieren una fiscalía general autónoma, independiente, que no esté al servicio de los partidos políticos, y rompa el pacto de impunidad.