El consumo de alimentos y vegetales procesados aumentó casi seis veces desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), de 50 mil a cerca de 300 mil toneladas por año, lo que también se explica por factores como el incremento de la participación de las mujeres en el mercado laboral, señala información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Estas y otras circunstancias generan cambios en el estilo de vida y la necesidad de actualizar constantemente la regulación para garantizar la calidad e inocuidad de los productos industrializados, señaló el director de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jorge Manuel Vázquez Ramos, quien agregó que en México esa revisión se hace, aunque no con la intensidad que se debería.

Cambio de condiciones

Explicó que las reglas y normas oficiales se diseñan con base en la información más reciente. Sin embargo, debido al desarrollo tecnológico y a los métodos analíticos cada vez más refinados, con el transcurso del tiempo surgen condiciones imprevistas, que no son culpa de nadie. Lo que se debe hacer, señaló, es actualizar las reglas continuamente para que mantengan criterios estrictos.

El especialista participó en la Cuarta Reunión Nacional de Alimentos, organizada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Ahí comentó, entre otros, el caso de algunos envases de plástico de los que antes se pensaba eran seguros pero desprenden sustancias que podrían dañar la salud.

También se ha visto, agregó, que en los productos congelados se pierden vitaminas, por lo que se deben revisar los procesos de elaboración y empaques.

En los enlatados, que anteriormente no tenían fecha de caducidad, también se empezaron a observar cambios que llevaron a las empresas a revisar los procesos de fabricación y a fijar fechas límite para consumirlos. Lo anterior es de gran relevancia porque con el cambio en el estilo de vida las personas trabajan todo el día y cada vez menos compran en el mercado o cocinan, indicó.

Jaime Zabludovsky, presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, resaltó que este sector se ha convertido en motor del crecimiento económico nacional, pues adquiere 70 por ciento de la producción agropecuaria nacional para elaborar alimentos procesados.

Sus ventas representan una quinta parte del mercado interno. Dijo estar de acuerdo en que la Cofepris los regule, a fin de garantizar calidad e inocuidad, así como que las mercancías contengan información clara y verificable.

Vázquez Ramos destacó la importancia de que en el análisis y revisión de la normatividad se tome en cuenta la participación de instituciones como la Facultad de Química, la cual puede aportar las evidencias científicas para sustentar los cambios y dar mayor certeza.

Julio Sánchez, titular de la Cofepris, señaló que está pendiente la revisión del etiquetado de alimentos y bebidas, el cual, según la Encuesta de Salud y Nutrición 2016, es incomprensible para la mayoría de las personas.