Suspenden gasolinazo
Incluyen a migrantes o no hay TLC
Fiscal anticorrupción: no encuentran uno confiable
Segunda vuelta, con dedicatoria
Fabricarle muro a AMLO
#Chepina900 a Edomex
Margarita Zavala, a la baja
Hacienda: ¿que siempre no?
Meade deshoja la margarita
Mañana toca otro gasolinazo
Investigaciones recientes avanzan en la comprensión del bienestar humano/ III
Seligman y la sicología positiva: de la ‘auténtica felicidad’ al florecimiento
Ley 701, al borde del sepulcro
Intolerancia en Rusia y Argentina
Lo electrizante de 2016 (electrónica II)
yer se llevó a cabo en múltiples ciudades de Estados Unidos la exitosa jornada Un día sin inmigrantes, convocada para enfatizar la presencia y la importancia de las comunidades de origen extranjero –en particular, latinoamericanas y mexicana– en la economía y el tejido social de esa nación vecina, así como expresar su oposición a las reiteradas agresiones del presidente Donald Trump. Las actividades de protesta incluyeron una huelga de brazos caídos, en algunos casos respaldada por el sector patronal, y marchas a lo largo de todo el territorio estadunidense para manifestarse contra las redadas y deportaciones que en días recientes han mantenido en vilo a miles de familias.
Ley de seguridad, permiso de impunidad
oy es el cumpleaños de nuestro querido Jesús Piedra Ibarra, quien en la plenitud de la vida, con 21 años rozagantes, fue secuestrado en las calles de Monterrey hace 42 años y hasta hoy continúa desaparecido. Violentamente detenido por la policía judicial del estado, la federal y el Ejército, fue entregado a Miguel Nazar Haro, quien después de torturarlo se lo llevó al Campo Militar número uno, donde lo recibió el capitán Luis de la Barreda Moreno. Denunciamos su detención ante los que deberían ser los abogados del pueblo
(PGR); pensábamos que encontraríamos justicia y lograríamos la libertad de Jesús; aún no sabíamos que la desaparición forzada se había fraguado en una conspiración del Estado mexicano, con apoyo del gobierno estadunidense, contra la población, y que la gran cadena criminal de policías legales e ilegales (Brigada Blanca), uniformados y no uniformados, Ejército y Marina comandados desde la Secretaría de Gobernación, eran el brazo ejecutor de este crimen institucionalizado, y que los campos militares, las bases navales y los edificios policiacos inexpugnables eran sus cárceles clandestinas y centros de tortura. Este aparato represivo persiste desde hace más de 47 años y ha ido creciendo conforme han cambiando los comandantes supremos y vendepatrias que han ocupado el gobierno de este país. Actualmente el número de víctimas de desaparición forzada y los asesinatos cometidos por este mismo brazo ejecutor es inmenso, y en el Congreso hoy se pretende legalizar su permanencia en las calles, lacrando así definitivamente su impunidad. Si lo permitimos, estaremos aceptando el riesgo de que nos allanen, nos disparen o nos desaparezcan en nombre de la ley, y sin que se castigue a nadie.
l totalitarismo (la izquierda). La fórmula va más o menos así: cuando la izquierda empieza a usar el lenguaje arendtiano, deja de ser la izquierda
. Siempre lo he pensado y vi esta ley
en acción en múltiples ocasiones. Este también es el argumento de Slavoj Zizek: la elevación de Hannah Arendt (1906-1975) a autoridad intocable
después de 1989 –incluso por los que antes la veían solo como “la artífice de la principal arma ideológica de la guerra fría” [el totalitarismo]– marca la derrota de la izquierda ( ¿Quién dijo totalitarismo?, 2001, p. 2-3). Ni modo, leerla. O hacerlo como E. Traverso: desde la izquierda
, rescatando lo rescatable (véase: El final de la modernidad judía, 2013, p. 113-150). El capítulo dedicado a Arendt parece patrocinado por la palabra inclasificable
. Así es ella: “ni de derecha, ni de izquierda; ni marxista, ni liberal; ni progresista, ni conservadora (p. 144); así son incluso Los orígenes del totalitarismo (1951): fuera de liberalismo, marxismo, funcionalismo
(p. 136). Leídos desde el mainstream, como el clásico argumento contra el comunismo
, son en realidad un cuestionamiento radical a la historia del Occidente y un libro bastante incómodo. Para Arendt –al contrario de lo que quieren los liberales-conservadores–, el totalitarismo no es una amenaza externa
, sino fruto de su propia crisis y su producto genuino
, cuyas premisas eran el antisemitismo y el imperialismo. Claramente hay serias limitaciones a su teoría del totalitarismo (la yuxtaposición nazismo/estalinismo que abona a la narrativa de dos totalitarismos
) o a su pensamiento en general (que degenera en una abstracta defensa de la libertad
a costa de las luchas emancipatorias/anticoloniales), pero al final su canonización póstuma
impide verla en todas sus complejidades (p. 150).
n tiempos de nacionalismos imperiales y proteccionistas, como el de Donald Trump, y todavía fresco el centenario de la vapuleada Constitución de 1917, resulta oportuna una lectura de lo que los neoliberales promotores del TLCAN, manzana de la discordia entre México-EU, dejaron y borraron de un plumazo del artículo 27 constitucional.
e terriblemente decepcionante
califica el intelectual italiano Antonio Negri la actuación de la izquierda en Brasil, luego de una visita en la que entrevistó a dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT), ex altos cargos de los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff, y miembros de movimientos sociales. Negri nunca ocultó sus simpatías por los gobiernos progresistas latinoamericanos con los que mantuvo buenas relaciones. Por eso es significativo que uno de los más destacados pensadores actuales tome distancias de las izquierdas de la región.
ivimos una sociedad líquida y amor líquido el actual momento de la historia en el que las realidades sólidas de nuestros abuelos, como el trabajo y el matrimonio para toda la vida, se han desvanecido
, un mundo que el sociólogo Zygmunt Bauman ha sabido explicar como nadie: Ha terminado aquel tiempo de las grandes fábricas empleando a miles de trabajadores en enormes edificios de ladrillo, fortalezas que iban a durar tanto como las catedrales góticas
.
n el escenario mundial las múltiples opiniones que ha generado Donald Trump, se observan los coros y el barullo exaltado de voces que participan con más ánimos de sobresalir que de discutir ideas que ayuden a la geopolítica mundial. Lo despertado por el presidente estadunidense genera cierta necesidad de identificación de jugar solo con el balón, al margen del equipo, en medio de una verbena popular. Los que participan actúan con más ánimo de ser futuros premios Nobel de la Paz que de concertar.
Berlín.
o podría ser de otra manera en esta Berlinale. El prolífico director sudcoreano Hong Sang-soo presentó con Bamui haebyun-eoseo honja (Sola en la playa de noche) una película ciertamente menor. Dividida en dos partes, la narrativa sigue a la actriz Younghee (Kim Minhee) en dos respectivos viajes: primero a Hamburgo, donde conversa con una amiga mayor y visita a amigos comunes; luego al puerto de Gangneung, donde se reúne con un equipo de filmación. La joven está expectante de que se una a ella el hombre casado –y cineasta– con el que ha tenido una relación.