Un mínimo nivel de mexicanos deportados (alrededor de 2 por ciento) se incorpora a un trabajo aquí, a partir de los apoyos gubernamentales en favor de los paisanos repatriados.

Un estudio elaborado con la colaboración de las secretarías de Gobernación y del Trabajo, entre otras, así como especialistas de instancias nacionales e internacionales, muestra la incapacidad del país para atender esta circunstancia.

México no se encuentra del todo preparado para lograr la adecuada incorporación laboral de los deportados de Estados Unidos.

En lo anterior tiene gran peso la precariedad laboral (subempleo y baja remuneración), así como la falta de mecanismos para atender las necesidades de trabajo, educación y salud de los connacionales deportados.

En los años recientes, de 2008 a 2016, Estados Unidos deportó a más de 3 millones de mexicanos. Y si bien ahora hay una baja, por causas multifactoriales, no necesariamente por mejor cobijo de las políticas migratorias del vecino país, la tendencia en ese periodo alcanzó, en sólo un año, 601 mil 356 repatriados, en 2009.

Para la actual administración, el rango de deportaciones ha sido de 332 mil, en 2013; 243 mil un año después y 207 mil en 2015.

De enero a noviembre de 2016 la cuenta va en 204 mil 817, aunque todavía no se da a conocer el flujo de diciembre pasado. El dato está pendiente, a pesar de que ya se informó del cierre de 2016 en lo que toca a los extranjeros presentados y repatriados por la autoridad migratoria.

El estudio en mención, dentro de un proyecto de migración y trabajo de la Unión Europea se titula Proyecto piloto de México. Migración y empleo: reinserción de los migrantes de retorno al mercado laboral nacional. Toma en cuenta estadísticas gubernamentales y es el más reciente en su tipo.

El texto puede consultarse en la página de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

El documento indica que actualmente hay algunas alternativas gubernamentales para atender a los mexicanos en esta materia; uno es el subprograma de repatriados trabajando del programa de apoyo al empleo, implementado por la Secretaría del Trabajo a través del Servicio Nacional de Empleo.

Igualmente, se añade, el Programa somos mexicanos, de Gobernación, inscrito en el programa especial de migración 2014-2018, cuyo objetivo es la reintegración de las personas migrantes y sus familiares.

No obstante, en relación con el alcance de estos programas se advierte que el número de beneficiarios con apoyos otorgados para la movilidad y eventual incorporación al mercado laboral alcanzó apenas a 14 mil 591 migrantes de retorno que buscaban empleo en el periodo diciembre 2012-mayo 2014, lo cual precisa la importancia de promover iniciativas de apoyo, se lee en el reporte.

Concluye que hay dos opciones para atender el flujo de paisanos; por un lado, de carácter estructural, es decir, reorientar la política económica del Estado como empleador y, la otra, la generación de empleo decente.

Mientras, los especialistas proponen, con base en entrevistas y encuestas realizadas a migrantes retornados, la creación de empleos y proyectos productivos sin discriminar a los que llegan. Para ello es fundamental la capacitación y optimización de habilidades adquiridas en Estados Unidos, así como el reconocimiento de sus perfiles laborales y manejo del inglés.