Organizaciones ambientalistas alertaron que ante la crisis en las relaciones binacionales México-Estados Unidos y la posible renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), no sólo está en riesgo la preservación de la flora y fauna a ambos lados de la frontera, sino la protección de recursos y servicios ambientales prioritarios para las dos naciones.

Especialistas de Greenpeace y del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) destacaron que con el TLCAN también se suscribió el Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte, en cuyo amparo se suscribieron decenas de protocolos, acuerdos, programas e investigaciones conjuntas, que permitieron, entre otras acciones, la creación y la supervisión binacional de parques naturales y áreas naturales protegidas.

En entrevista, Gustavo Alanís Ortega, presidente de Cemda, indicó que entre los convenios suscritos entre México y Estados Unidos en materia ambiental se incluye el programa Frontera 2020 –con inversiones de 720 mil dólares para 16 proyectos en 2014–, el Acuerdo de La Paz, enfocado a la protección medioambiental de la región fronteriza, y diversos acuerdos para impulsar acciones conjuntas.

Advirtió que pese a su importancia e impacto en el desarrollo de ambas naciones, el tema ambiental ha sido desplazado por el impacto económico de la revisión del TLCAN, pese a que de construirse un muro en la frontera con Estados Unidos se enfrentaría, dijo, una fragmentación de poblaciones de plantas y animales, además se podrían ver interrumpidos corredores biológicos que comparten ambas naciones y que afectarían la capacidad de alimentación y reproducción de diversas especies.

Al respecto, Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace México, afirmó que en la agenda binacional al tema ambiental no se ha dado importancia, y preocupa tanto como la implementación de una propuesta que fomenta el odio y la discriminación, como es la construcción de un muro.

Agregó que las señales no son alentadoras ante las decisiones asumidas por el presidente Donald Trump de reactivar los proyectos de grandes oleoductos, que implica retomar con fuerza el uso de combustibles fósiles, lo que es devastador para el planeta, y a eso debemos agregar su posición sobre el cambio climático, donde, poco, pero se venía avanzando.