Santiago. Un grupo de represores de la dictadura de Augusto Pinochet pidieron perdón por sus crímenes, gesto rechazado por familiares de las víctimas, que lo calificaron de show mediático. Las disculpas fueron ofrecidas en el marco de una celebración religiosa en el penal de Punta Peuco, en el que cumplen condenas unos 100 agentes de la dictadura, entre ellos Raúl Iturriaga, uno de los jerarcas de la temida policía política del régimen. En las afueras del reclusorio unos 50 familiares de víctimas expresaron que la acción está destinada a conseguir una rebaja de sus condenas o una amnistía, por la avanzada edad que tienen. En Chile rige una amnistía para todos los crímenes políticos cometidos entre 1973 y 1975, pero en los casos de secuestros o desapariciones forzadas muchos jueces no la aplican por estimar que se trata de un delito permanente. El capellán de Punta Peuco, el anglicano Pablo Álvarez, informó que durante la ceremonia, que duró 100 minutos, cada uno de los que ofrecieron disculpas lo hizo leyendo mensajes que fueron redactados personalmente. Pidieron perdón por todo el daño causado, aseveró. Según Alicia Lira, dirigente de la agrupación de familiares de ejecutados políticos, la ceremonia ecuménica fue un montaje para que los victimarios se victimicen. Nosotros tenemos la dignidad de decir que no tenemos odio, pero sí queremos la verdad total y eso no se hace con liturgias ecuménicas. El sacerdote católico Mariano Puga aseveró que durante la ceremonia quedó claro que no puede haber perdón si no hay reparación y aporte a la justicia.