Opinión
Ver día anteriorViernes 30 de septiembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Dinero

País de ancianos, enfermos y pobres

Especuladores pierden una, ganan otra

Nueva iconografía: Piedras y pedradas

Astillero

El país de los desaparecidos

Protesta (también), en Naucalpan

Eruviel y Osorio, en campaña

Waters: ¿Dónde están?

Enrique Galván Ochoa
Julio Hernández López
México SA

Economía descendente

Tasas de interés al alza

Cuidado con los bancos

Economía Moral

Agnes Heller y la teoría de las necesidades humanas /III

Asociación entre necesidades y tipos de praxis social en la joven Heller

Carlos Fernández-Vega
Julio Boltvinik
De nuestras Jornadas

El Acabús va... y va bien

Penultimátum

Da Vinci: última morada

La Jornada Guerrero
Ruta Sonora

Radiohead

The Libertines

Peter Hook.

Argentina: jugar con fuego
A

sólo una hora de que el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Jorge Todesca, diera a conocer que en junio de este año 32.2 por ciento de los argentinos se encontraban en la pobreza y 6.3 por ciento en situación de indigencia, el mandatario Mauricio Macri se deslindó de toda responsabilidad por dichas cifras y afirmó que su gestión debe ser evaluada por lo que haga a partir de ahora, cuando su gobierno está a punto de cumplir nueve meses. De acuerdo con el presidente derechista y con el propio encargado de llevar las estadísticas oficiales, los niveles actuales de miseria les fueron heredados por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que terminó el pasado 10 de diciembre. Por su parte, el Instituto Gino Germani dio a conocer un trabajo en el cual da cuenta de que durante los primeros cinco meses de la administración macrista cayeron en pobreza un millón 700 mil personas, medición consistente con un informe del Observatorio Social de la Deuda de la Universidad Católica Argentina, que sitúa en un millón 500 mil el incremento de personas en dicha condición.

Patricia Peñaloza
El Correo Ilustrado

Ayotzinapa, dolorosa e inolvidable afrenta

¿C

ómo pueden los padres de los normalistas desaparecidos vivir así? Con ese dolor, con la incertidumbre de no saber dónde están sus hijos, con el desprecio y mentiras de los políticos, con el desgaste de dos años de ausencia. Tal vez sea por la esperanza de encontrarlos con vida y la solidaridad del mundo entero. ¿Cómo pueden los políticos responsables seguir así? Con sus mentiras creciendo al paso del tiempo; sosteniendo su verdad histórica hecha añicos; sonriendo ante el pueblo; minimizando el abominable hecho condenado mundialmente; prometiendo a los deudos soluciones a dos años de la infamia; protegiendo a los políticos que tuvieron algo que ver en la atrocidad y que se convierte en desprecio a los padres y la justicia misma; esperando que el tiempo ayude a superar el dolor, cuando el crimen tiene alcances comparables al 2 de octubre. Nunca se olvidará esta horrorosa afrenta, por más esfuerzos con que la administración en turno lo intente. Nunca.

Mexicanos y el alguacil “más antinmigrante”
H

ay momentos en la vida que te hacen pensar en cómo llegaste hasta ahí. Yo nunca me imaginé que algún día iba a ser parte de una lucha histórica para sacar al alguacil más abusivo, arrogante y sin escrúpulos de Estados Unidos, Joe Arpaio, en Arizona. Hace unas semanas, cuando estaba tocando puertas en un vecindario de Phoenix, se me vino a la mente la razón por la cual mis hijos y yo vinimos a Estados Unidos, que fue para visitar Disneylandia.

Mari Cruz Ramírez *
Canonizar y atontar
U

na cosa es ser crítico, pero otra es ser crítico y a la vez estar decepcionado con la actuación del objeto de esta crítica. Un sentimiento peculiar y encontrado.

Estado de emergencia
E

l libro de Carlos Fazio Estado de emergencia, de la guerra de Calderón a la guerra de Peña Nieto (Grijalbo, 2016), constituye un impresionante y detallado diagnóstico de la trágica realidad mexicana contemporánea; un hilvanado, documentado y meticuloso recuento de las condiciones de exponencial violencia, crímenes de Estado y lesa humanidad, así como violación generalizada, sistemática y permanente de los derechos humanos, que hacen de México el paradigma de una mundialización capitalista con base en el desvío de poder de un Estado delincuencial al servicio de un proceso de recolonización y ocupación integral del territorio. La obra de Fazio es una fundada denuncia, e incluso, de existir un estado de derecho en el país, podría ser el alegato de una imaginaria fiscalía para juzgar de esos graves crímenes de guerra, de Estado y lesa humanidad a las autoridades mexicanas de todos los ámbitos y niveles, incluyendo, sobre todo, a integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad pública.

Maciek Wisniewski *
Gilberto López y Rivas
Por una constitución contemporánea
H

oy la ciudadanía está abandonada. Las y los ciudadanos nos las arreglamos solos, porque las instituciones no nos protegen, no nos cuidan, no garantizan nuestras necesidades más elementales: vivienda, alimentación, educación, salud, trabajo, seguridad. El totalitarismo del siglo XXI ha desdibujado el ideal de los Estados-Nación como garantes de derechos, y deja al ciudadano para que se las arregle como pueda, entre intereses privados de políticos y empresarios (incluyendo a narcos) que concentran los recursos. El estilo mexicano agrega al totalitarismo mundial un alto grado de corrupción y cinismo.

“Hasta la muerte desapareció”
T

latelolco, Ayotzinapa –lugares de la muerte desaparecida–. En que fue necesario barrer con el espíritu de los jóvenes universitarios y hoy guerrerenses. Espíritu de la conquista que reaparece en el espacio mágico que devela las máscaras que cubren el desmadre que agobia al país. Recuerdo, repetición inelaborables.

Gabriela Rodríguez
José Cueli