Ahora culpan a BdeM de la devaluación
Deberá la CNBV revelar intereses moratorios
El premio a Díaz Polanco
Los (diferentes) Gritos
#RenunciaYa y acarreados
Protección a Zembrón
Surrealismo constituyente
Nico y los discos de Juanga
México. Perfil ocupacional. 1ersemestre 2016.
Deuda: como la humedad
Servicio devora al erario
La Jornada: felices 32 años
Sospechosos
Universiada 2017, primera baja de la asfixia presupuestal a la UABC
Juanga: más victorias
El América celebra
su centenario con un plantel gris
l 19 de septiembre de 1984, hoy hace 32 años, La Jornada llegó por primera vez a manos de lectores que requerían y demandaban –ya por entonces– un espacio que presentara cada día los asuntos de interés nacional que no aparecían en los relatos oficiales ni en las versiones uniformadas del conjunto mediático nacional. La salida del diario fue resultado de un proceso de construcción que integró al núcleo de periodistas fundadores con artistas –los pintores Rufino Tamayo y Francisco Toledo a la cabeza–, académicos, intelectuales, científicos, dirigentes políticos y sociales y con ciudadanos que aportaron dinero, respaldo y entusiasmo para hacer realidad la nueva publicación. Fue consecuencia, también, de una concepción del periodismo en clave ética, establecida en una línea editorial a la que La Jornada se ha mantenido fiel y que explica su sobrevivencia y desarrollo a lo largo de crisis económicas nacionales e internacionales, a pesar de la animadversión de instancias del poder público y empresarial y ante denostaciones que han llegado a la calumnia abierta.
Exigen suspender edificio de 11 pisos en Álvaro Obregón
octor Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la CDMX: En 2011, siendo usted procurador general de Justicia del DF, tuvo pleno conocimiento del llamado amparo mil usos
, el cual fue utilizado por Ciber México, SC de RL para violar usos de suelo en cualquier delegación capitalina, dado que la Fiscalía Desconcentrada de Investigación de Delitos Ambientales y Protección Urbana logró que se dictara auto de formal prisión al representante de dicha empresa.
ocho semanas de que se celebren las elecciones en la Estados Unidos (EU), se dejaron sentir algunos nubarrones en la campaña del Partido Demócrata. Su candidata, Hillary Clinton, se desmayó súbitamente al término de uno de sus mítines de campaña. Al parecer no pasó del susto y después de unos días de descanso continuó en la brega por la presidencia. De no haber consecuencias mayores, tiene buenas posibilidades de derrotar a Donald Trump en el colegio electoral, que es el que cuenta para ganar la elección. A diferencia de otros países, en EU no se vota por el presidente en forma directa, sino por los representantes de cada estado a un colegio electoral.
eptiembre es un mes de remembranzas, de fechas importantes de la historia de México; se recuerda la Batalla de Churubusco, que ganaron los estadunidenses sólo porque López de Santa Anna mantuvo sus tropas lejos de la batalla que daban los regimientos de vecinos de la capital, sastres, operarios, abogados, artistas, de todas las clases sociales y el famoso batallón de San Patricio, formado por irlandeses que pelearon de nuestro lado; el día 13 se rememora la Batalla de Chapultepec en la misma injusta guerra, que se perdió por el poderío militar de nuestros vecinos y por actitudes de cobardía o de franca traición de algunos generales mexicanos.
l lunes pasado referí en este espacio cómo afectarán las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (Naicm) el exitoso proyecto de regeneración ecológica que llevó a cabo hace un cuarto de siglo el ingeniero Gerardo Cruickshank en el lago de Texcoco.
ay, por un sinfín de razones, una enorme crítica y rechazo al tipo de sociedad en que vivimos. Muestra de ello son la catarata de movimientos sociales contemporáneos oponiéndose a multitud de temas de la actualidad. De otro lado, sin embargo, parece que nos aferramos a lo que tenemos como si no hubiera otra salida, nos comportamos como si la autocrítica perteneciera a otra galaxia. Quienes así piensan son los conservadores más recalcitrantes y pesimistas, mientras quienes piensan en la posibilidad del cambio, digamos, serían los optimistas, quienes tienen confianza en un futuro mejor, en una mejor sociedad.
l capitán Alonso de León registra en su crónica el escándalo que producía el apareamiento entre los miembros de las tribus originarias de la Gran Chichimeca desde hacía más de 10 mil años en el ánimo de los españoles asentados en las tierras a las que llamaron Nuevo Reino de León. Corría el siglo XVII. De las valiosas observaciones recogidas por este funcionario de la corona sabemos cómo la cultura recién venida veía a los de la antigua cultura:
n el presupuesto federal para 2017, que presentó recientemente el gobierno al Congreso, hay un gran agujero, se trata de la gente. Toda la aproximación al ejercicio presupuestal está enmarcado en cuestiones técnicas relativas al déficit, la necesidad de restructurarlo para reducir el nivel de la deuda con respecto al PIB, a partir de conseguir un superávit primario (antes del pago de los intereses de la deuda) y, así, sostener lo que ahora es una precaria estabilidad macroeconómica.
n una situación nacional donde se entronizan la mediocridad, el mercantilismo, el control social y el silencio cómplice de las élites o su rendición, la cultura es un blanco del ultraliberalismo económico y el autoritarismo policial reinantes. Las señas de la demolición son tantas que los casos concretos se volvieron bosque. El Estado acota, coopta o desangra las opciones de formación y difusión artística e intelectual de alcance público. Encabezado por un grupo de políticos profesionales de probada ignorancia, no va solo en la empresa. Para una mentalidad donde el único valor real es el dinero, por encima de cualquier otra consideración, la cultura (así, en general) resulta indeseable, y prescindible a escala masiva como la salud y la educación públicas, los programas sociales de impacto agrícola o productivo, los fondos de pensión, la protección ambiental. Todo esto no sería atribución exclusiva de un Estado pusilánime en la medida en que la diversidad de nuestra sociedad estuviera no representada ni consultada, sino a cargo de sus decisiones vitales.