Se hizo una lectura de Los días petrificados, de Miguel Sabido, sobre la figura de la escritora
Elena Garro, genio excluido de la comunidad literaria por decir la verdad
Se evocó la personalidad, el talento, su defensa de los indígenas y su relación con Octavio Paz
Lunes 21 de marzo de 2016, p. a11
Con el propósito de reivindicar la figura y obra de la escritora mexicana Elena Garro (1916-1998), y para conmemorar el centenario de su nacimiento, ayer se realizó una lectura dramatizada del texto Los días petrificados, escrito por Miguel Sabido, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
La lectura de esta adaptación de algunas de las obras y reportajes escritos por Garro, los cuales representan su personalidad, su talento, su combatividad, su denodada defensa de los indígenas y su relación con Octavio Paz, corrió a cargo de los actores Angélica Aragón, Lisbi Cuéllar, Lourdes Gazza, Julio Gómez y Rosendo Gazpel.
Además, el texto entreteje los comentarios de reconocimiento y admiración que otros escritores tienen de su obra literaria, junto con los calificativos que la han señalado como una mujer traidora, paranoica y delirante.
En Los días petrificados, Sabido retoma, por ejemplo, el reportaje que hizo la reconocida escritora poblana sobre las jóvenes reclusas de un reformatorio de mujeres, para el cual incluso se encarceló de manera voluntaria; así logró dar testimonio de los maltratos, violaciones y deplorables condiciones en las que se encontraban.
En su momento, esta denuncia provocó la destitución de la directora del penal y le ganó varios enemigos. Garro denunció lo que hoy es la brutal corrupción de las instituciones carcelarias en México. Fue de las primeras que hizo ese tipo de denuncias
, comentó Miguel Sabido.
En Los días petrificados igual se hace referencia al reportaje que escribió Elena Garro sobre el despojo de tierras a unos campesinos, y a la violencia, asesinatos y discriminación que sufrieron; también evoca su notable novela Los recuerdos del porvenir, el libro de cuentos Andamos huyendo, Lola, el cuento El mentiroso y algunos poemas amorosos escritos por Paz, que se dicen en contraste con las palabras que Garro ha escrito sobre quien fue su marido.
Con ello se trató de reflejar la compleja relación que mantuvieron, aunque la víctima de esa relación fue Helena Paz, hija de ambos.
Tras concluir la lectura dramatizada, Sabido comentó: “Ahora sabemos que Elena Garro fue una víctima. En el muy polémico libro El asesinato de Elena Garro: periodismo a través de una perspectiva biográfica, de Patricia Rosas Lopátegui, se apunta que la CIA abrió archivos de 1968, documentos que se pueden consultar en el sitio web de esa agencia, y en los que se dice quiénes fueron los agentes que tomaron parte (en el movimiento) del 68. Elena no tenía delirio de persecución, realmente la persiguieron porque se atrevió a denunciar la corrupción.
“Elena Garro era un genio que hemos excluido de la comunidad literaria porque dijo la verdad, por eso fue perseguida. Es de gran justicia recuperar su figura.
Que se le quiera o no; es, después de Sor Juana, la mejor narradora, y eso ha sido dicho por otras grandes escritoras y escritores mexicanos
, concluyó el dramaturgo y poeta.