Viernes 19 de febrero de 2016, p. 6
La decisión del papa Francisco de no reunirse con los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ni aludir a esa tragedia, ‘‘fue un silencio muy lamentable’’, comentó anoche el sacerdote Miguel Concha Malo, luego de participar en la presentación del video Mirar morir: el Ejército en la noche de Iguala, realizada en el Senado.
En entrevista, comentó que los familiares de los normalistas no querían presionar al Papa, como sostuvo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, sino ‘‘encontrarse unos momentos con el jefe de la Iglesia católica y recibir una palabra de aliento, de esperanza y consuelo, a lo que tienen derecho’’.
El también responsable del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria consideró que el hecho de que se haya insistido en que era una visita pastoral y se le haya recibido como jefe de Estado, seguramente le impuso cierta prudencia al Papa. Ayotzinapa fue ‘‘un tema incómodo’’, tanto para el gobierno como para él.